Por: Marco A. Estrada.
Austeridad republicana
La política de austeridad republicana del gobierno federal, encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, ha generado afectaciones a muchos más de quienes —hasta hace poco— se desempeñaban como servidores públicos.
Micro, pequeñas y medianas empresas (MiPyMEs), principalmente, están padeciendo pérdidas significativas debido a las diversas relaciones comerciales que existían con el gobierno. Si consideramos que 98% de las empresas en México son MiPyMEs y que el sector público es su mayor comprador, el impacto a la economía nacional es enorme.
Ni hablar de los ciudadanos que gracias a políticas públicas exitosas lograron mejorar su calidad de vida pero que, debido a los muchos recortes presupuestales, hoy tienen un presente y futuro no tan prometedores.
Por lo visto, la austeridad republicana —o franciscana— es tan nociva como el derroche de recursos públicos, aquél subrayado durante las distintas campañas del ahora presidente de la república.
En este contexto, es más que acertada la declaración de Jesús Padilla, presidente de la COPARMEX Ciudad de México:
el gobierno entiende mal qué son ahorros y qué es restricción presupuestaria, al no orientar el gasto como “es debido”.
Sin duda, López Obrador —al igual que sus predecesores— busca diferenciarse de las pasadas administraciones; dejar huella, así como lo hizo siendo candidato y así como sucedió con el histórico proceso electoral del que resultó ganador de la silla presidencial. Pero al parecer, olvida que académicos, policías, doctores, artistas, burócratas y un largo etcétera, también son mexicanos.
México desconectado
El presidente se equivocó al reducir el presupuesto para la versión limitada del programa “México Conectado”, “Internet para todos”.
“México Conectado” fue un programa de la Estrategia Digital Nacional durante el sexenio del expresidente Enrique Peña Nieto. Su finalidad era cerrar la brecha digital y democratizar el acceso a las Tecnologías de la Información y Telecomunicación (TIC); esto, mediante dos componentes principales: El primero, brindar servicios de acceso a internet en sitios públicos otorgados; el segundo, capacitación y educación digital impartida.
Mediante una evaluación específica de consistencia y orientación a resultados, “México Conectado” obtuvo una calificación de 75% del 100% máximo a calificar; de esta manera, se posicionó como un programa sólido y pertinente para contribuir a la democratización del acceso a servicios de telecomunicaciones. Incluso fue reconocido y premiado por la Unión Internacional de Telecomunicaciones durante la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información; la cual se realiza en Ginebra.
Es un hecho que esta red nacional de centros comunitarios de capacitación y educación digital permitió a muchas personas –de diversas edades en todos los estados de la república mexicana– acceder a plataformas digitales y capacitarse en nuevas tecnologías.
No obstante, 47% de los más de 101 000 sitios públicos bajo este programa ya no cuentan con el servicio; en consecuencia, por lo que universidades públicas como la UNAM, centros de salud del IMSS y oficinas que dependen del gobierno federal, fueron afectadas. La austeridad republicana redujo el presupuesto de “México Conectado” a 622.8 millones de pesos (mdp) y le cambió el nombre a “Internet para Todos”.
Los estados más perjudicados son:
Si alguna política pública o programa ha demostrado ser eficaz contribuyendo al desarrollo del país y mejorando la calidad de vida de los mexicanos —sin importar quién la planteó inicialmente—, además de darle continuidad, debería fortalecerse.
El Informe sobre Medición de la Sociedad de la Información, realizado por la Unión Internacional de Telecomunicaciones de Naciones Unidas —el cual ofrece una visión global de los últimos avances en las TIC, con base en los datos comparables y metodologías acordadas a nivel internacional—, entre otros aspectos, sostiene que…
“Las economías que ocupan las posiciones superiores en el índice tienen niveles de ingresos elevados, mercados competitivos y una base de población cualificada… [y que] Existe una correlación entre los países menos conectados y los países menos adelantados”.
El presidente López Obrador debería contener un poco su visible ánimo de eliminar todo lo que huela al viejo régimen. Si bien, es entendible su actuar, existen programas como “México Conectado” que están bien estructurados y han logrado alcanzar sus metas.
A menos que los beneficiarios de los puntos desconectados ya tengan en su región la infraestructura que facilite una oferta comercial de servicios de conexión a internet, que cuenten con la capacidad de pagarlo y posean un dispositivo que les permita ingresar, el programa de “Internet para todos” en realidad no es para todos.