Por Enrique Valadez González envaladez@yahoo.com.mx
Considerada una de las joyas de la corona de México, la industria automotriz enfrenta hoy en día su más grande desafío, ante el entorno de incertidumbre provocadora por el estancamiento económico del país, mayor desempleo y tasas de interés todavía elevadas, a lo que se suma la próxima ratificación del T-MEC.
Ejemplo de ello es que en noviembre, el sector reportó un decremento de 7.0 por ciento en el número de unidades vendidas en el mercado local, con lo que sumó 30 meses consecutivos de retrocesos en todas las categorías con excepción de camiones ligeros y pesados.
A su vez, la exportación de autos cayó 7.5 por ciento en el penúltimo mes del año, mientras que la producción de autos bajó 13.0 por ciento y de acuerdo con Intercam Casa de Bolsa, se espera para diciembre otro decremento adicional.
Hacia delante, señala el análisis, los factores más relevantes para la producción automotriz nacional será la ratificación del TMEC, la paulatina adecuación de nuestra plataforma productiva para acoplarla a las necesidades de camionetas, SUVs y pickups de Estados Unidos, y el comportamiento de la demanda global (dado que 88 por ciento de nuestra producción automotriz termina en el extranjero).
La industria automotriz es uno de los motores de México, con nueve fabricantes mundiales de vehículos instalados en el país: Fiat Chrysler Automobiles (FCA), Ford Motor Company, General Motors, Honda, Kia Motors, Mazda, Nissan, Toyota y Volkswagen.
Entre 1999 y 2018, la Inversión Extranjera Directa (IED) que registró el sector automotriz y de autopartes fue de 62 mil 267 millones de dólares, el mayor monto sectorial, y en los últimos cinco años, los grandes ingresos de IED se tradujeron en la construcción de 10 nuevas plantas automotrices, entre ellas las de Audi, BMW, Kia, Daimler y Toyota-Infiniti.
De acuerdo con el INEGI; la industria automotriz aporta el 3.7 por ciento del PIB nacional y 20.2 por ciento del valor de las manufacturas, con la contratación de 824 mil personas en 2017. De frenar motores, dará un duro golpe a la economía y al país en general.
Morralla
El gobernador de Chihuahua, Javier Corral Jurado, fue el anfitrión del primer foro “Acciones y reflexiones para un nuevo federalismo: Foro de Federalismo Fiscal”, en donde junto con legisladores y expertos se analizaron las alternativas para consolidar una nueva Convención Nacional Hacendaria, que garantice una equitativa y justa distribución de los recursos a las entidades federativas.
En el foro participaron académicos, activistas, políticos, legisladores y expertos en el tema hacendario, que han acompañado la lucha de Chihuahua contra la corrupción, la impunidad y a favor del federalismo.
Ahí, Corral Jurado sostuvo que es fundamental el consenso de que el Estado mexicano necesita recaudar más, de mejor manera y todos, y para ello, consideró muy importante una reforma de carácter fiscal, no solo para modificar la formula general del 80-20, esto es, que de la recaudación federal general, solo se integre el fondo general participable con el 20 por ciento y el 80 a la federación, sino también modificar los criterios del propio fondo entre entidades federativas.
Jalón de orejas en Fonacot
La última sesión del Consejo Directivo del Instituto Fonacot fue más que problemática, sobre todo porque el director de organismo, Alberto Ortiz Bolaños, fue cuestionado por presuntamente aprobar ilegalmente el Fondo de Protección de Pagos, esquema que además de todo resultaría inviable, pues debe operar mediante cuentas individualizadas, condición que lo dejaría sin recursos suficientes a la brevedad.
Los ánimos subieron de tono poco a poco, sobre todo al considerar que ¡toda la semana pasada! el Fonacot permaneció sin actividades, ya que sus sistemas fueron apagados por un supuesto hackeo que no pudo resolverse y generó afectaciones para los acreditados, así como para sus Centros de Trabajo, sin olvidar que se calcularon pérdidas hasta por 250 millones de pesos.
Ante ello, la secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde, se retiró previamente de la sesión pero no dudó en citar a Ortiz Bolaños más tarde, reunión en la que le habría dado tremendo regaño por empantanar las operaciones del Instituto, además de obligarlo a cancelar el “Informe de Resultados de 2019”, pues el evento parecía más una costosa fiesta de fin de año, nada compatible con la austeridad republicana.
Tras tantas fallas, cercanos a la dependencia cometan que pronto habrá un nuevo director, mientras tanto, el equipo de Francisco Acuña en el INAI habrá de responder a la brevedad cuánto costó echar para atrás el festejo.
Nos leemos el próximo martes…