El retiro de los cargos contra el General Cienfuegos por parte del Departamento de Justicia de Estados Unidos, debe tomarse como un gran logro de la política exterior manejada por el Presidente Andrés Manuel López Obrador.
“Si Salvador Cienfuegos es culpable se castigará en México” ha asegurado el Presidente. También afirma que el hecho de que regrese a México en condición de libertado no significa que exista impunidad “no es un acuerdo de impunidad. ¡No hay impunidad para nadie! Y, al mismo tiempo, no vamos a permitir en ningún caso que se fabriquen delitos”.
No olvidemos que el Presidente de México encabeza una lucha constante contra la corrupción que ha definido como el principal problema de México, y en esa ruta, debe respetarse la soberanía de las naciones y sus instituciones.
“Estados Unidos posee una gran confianza en la Presidencia, en el canciller y en la Fiscalía mexicana; es por ello que el juicio se llevará a cabo en el país. Queda demostrado una vez más que México es un país libre, independiente y soberano y eso lo han entendido bien en Estados Unidos”, considera el Presidente.
El extitular del Ejército mexicano fue arrestado en Los Ángeles por las autoridades federales de Estados Unidos el 15 de octubre de este año, acusado de narcotráfico y lavado de dinero por lo cual enfrentaba una condena máxima de cadena perpetua. Se declaró “no culpable” en la primera audiencia.
El procurador general de Estados Unidos, William Barr, ha determinado que “consideraciones delicadas e importantes de política exterior superan el interés del gobierno en proceder con la fiscalización del acusado, bajo la totalidad de las circunstancias y, por tanto requieren desestimar el caso”.
El general Salvador Cienfuegos será liberado de la prisión en Nueva York y regresará a México en calidad de ciudadano al que se le sigue una investigación.
Serán las autoridades de México quienes juzguen e investigarán si las acciones del extitular de Sedena constituyen actos delictivos o no. De hecho al enterarse del arresto de Cienfuegos, la Fiscalía General de la República en nuestro país, (que es autónoma), abrió su propia investigación, y ahora los estadounidenses cooperarán con la indagación mexicana, ambos países continuarán colaborando en la lucha contra el crimen organizado.
Será México quien procederá con la investigación y “potencialmente” formulará acusaciones contra Cienfuegos, siempre y en todo momento bajo la Ley Mexicana.
En el documento oficial (declaración conjunta entre los fiscales Alejandro Gertz Manero y William P. Barr) quedó establecido que el exgeneral “saldrá voluntariamente de Estados Unidos y será transportado de manera expedita a México bajo custodia del servicio de alguaciles de Estados Unidos; regresará al país en calidad de ciudadano al que se le sigue una investigación”.
En octubre el canciller Marcelo Ebrard presentó quejas diplomáticas tanto al embajador de Estados Unidos en México, Christopher Landau, como al Fiscal William Barr, porque no se informó al gobierno mexicano de las acciones contra el general Cienfuegos, independientemente de su inocencia o culpabilidad.
El desistimiento hacia quien fuera el titular de la Sedena durante el sexenio de Enrique Peña Nieto representa un acto de respeto a nuestro país y a sus Fuerzas Armadas.
¡Se nos debe ver con respeto, la investigación será en nuestro país y con apego a las leyes mexicanas!