De acuerdo con la visión presidencial, las mujeres mexicanas habitan en un mundo que bien podría llevar el título del libro de Luis Spota, “Casi el Paraíso”, pues desde la apreciación de López Obrador, en sus recorridos por el país no hay esa actitud -como la mostrada en las marchas conmemorativas del 8M, de parte de mujeres y hombres.
Sin mencionar sus clásicos otros datos, el primer mandatario aseguró que desde antes de llegar a la Presidencia ha defendido a las mujeres más que otros movimientos. Más aún, desde su miopía, México es el único país del mundo mundial en el que las mujeres viven prácticamente sin violencia, aunque las cifras digan todo lo contrario.
Con toda seguridad los informes de la Organización de las Naciones Unidas también son fabricados como se hace con las víctimas y las denuncias, con tal de perjudicar a gobiernos como el suyo. El más reciente informe de la ONU señala que casi una de cada tres mujeres en el mundo ha sufrido violencia física o sexual en algún momento de su vida.
“La violencia contra las mujeres es endémica en todos los países y culturas, causa daños a millones de mujeres y sus familias y ha sido exacerbada por la pandemia de COVID-19”, dijo el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus. Exhortó a gobiernos, individuos y comunidades a ayudar a enfrentar el problema.
Pero como las mexicanas cuentan con miles de apoyos y millones de recursos públicos para impedir que sufran violencia de género, seguramente no entran en esas estadísticas, que hablan de un fenómeno global, que durante la pandemia del Covid-19 se agudizó excepto en nuestro país, donde todo está bajo control, desde la óptica lopezobradoriana.
También AMLO considera mentiras y ganas de perjudicar su proyecto cuatroteísta, el estudio elaborado por México Evalúa, en el que se señala que durante el segundo semestre del año pasado casi 5 millones de mujeres fueron víctimas de delitos sexuales (acoso, hostigamiento, abuso, intento de violación o violación), y 98.6 por ciento de casos de mujeres mayores de 18 años no fue denunciado o no se inició una investigación.
Con base en esos datos -contantes y sonantes- vuelve a quedar de manifiesto la propensión a mentir del presidente López Obrador de que se fabrican víctimas y denuncias, cuando en el caso de la violencia contra las mujeres apenas el 1.4 por ciento de todas las agresiones en su contra mujeres se presentan ante las autoridades y no siempre culminan en una investigación.
Según el titular del ejecutivo no hay denuncias en contra del abanderado de Morena, aunque si hubiera el Poder Judicial que resuelva y no porque ya se tomó como bandera y vamos a irnos acarreados, sin argumentos, no”
Fue ahí que sostuvo que se fabrican víctimas, fabrican delitos, claro que sí. No estamos viendo la campaña de peligro para México. Claro que fabrican víctimas, hay gente en la cárcel que es inocente, fabrican delitos.
Supongo que ha descubierto que miles de mexicanas están tramando cómo perjudicar a hombres como Salgado Macedonio que son respetuosos como nadie en el mundo. Y mucho menos le encuentra sentido a que le pidan una estrategia eficaz y de género para combatir el feminicidio, al que no le otorga un lugar diferente al de homicidio
Más que una defensa sólida y dura de su gobierno, el primer mandatario está haciendo el papel de abogado del diablo -o del toro, mejor dicho- con tal de que su compadre Félix Salgado Macedonio asuma la gubernatura de Guerrero, territorio donde el narcotráfico y el crimen organizado han sentado sus reales.
He dicho.
EFECTO DOMINÓ
La familia cuatroteísta vive mejor. Los parientes de los prohombres de la actual administración gozan y pretenden gozar de los beneficios de la cuarta transformación. Varias sobrinas del titular de Pemex, Antonio Oropeza, tienen plazas en dicha paraestatal; y se acaba de dar a conocer que dos sobrinos del presidente López Obrador andan buscan diputaciones.