Si el canciller Marcelo Ebrard tiene que ir a Rusia y China, India y Estados Unidos quiere decir que no está seguro el abasto regular de vacunas antiCovid y que difícilmente puede hablarse de “misión cumplida”, cuando ni siquiera se ha inmunizado a la décima parte de las y los mexicanos.
De poco o nada han servido los montajes de shows del gobierno lopezobradoriano en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, cuando las dosis con las que se cuenta, apenas alcanzarían para inocular a los adultos mayores una sola vez, por lo que quedaría a medias la inmunización de este sector de la población.
El propio Ebrard Casaubon acepta que se han acentuado “todavía más” las complicaciones para acceder a los antígenos y es necesario que los acuerdos alcanzados con los laboratorios y nuestro país se cumplan en tiempo y forma, más aún cuando ya hubo anticipos económicos.
Esperemos que las negociaciones que lleve a cabo el titular de la Secretaria de Relaciones Exteriores en nada se parezcan a las gestiones que ha hecho en el pasado, como en los casos de Arrendadora Havre, el alquiler de patrullas para el entonces Distrito Federal o la Línea 12 del Metro; todos esos tratos de ingratos recuerdos para las finanzas de la hora Ciudad de México.
Las sospechas de actos de corrupción en esos asuntos no han podido ser disipadas. De ahí que en el caso de los antivirales se transparente toda la operación de su adquisición, pues no solo están en juego los dineros de la nación, sino la salud de millones de mexicanos.
Sería plausible y aplaudible que el gobierno cuatroteísta montará un show de grandes dimensiones, como nunca antes -Lopez Obrador, dixit-, para informar a detalle de cómo se gastaron los recursos públicos para combatir el coronavirus y en la compra de los antígenos.
Mientras ese milagro llega a ocurrir, si es que ocurre, y en tanto se logra amarrar el surtido suficiente y regular de los 232 millones de dosis que, se supone, convino la administración actual con las compañias farmacéuticas, seguiremos a expensas de la buena voluntad de los laboratorios que, con toda seguridad, implicará un costo económico mayor.
Lo único cierto es que los mexicanos estamos a merced de “la mafia de la ineficiencia”, que en casi dos años y medio ha provocado más estropicios en el ámbito de la salud que el propio coronavirus, donde en vez de contar con un sistema tipo nórdico, los mexicanos tenemos que subsidiar al gobierno por falta de medicamentos, vacunas, insumos.
Al paso que se lleva, completar la vacunación tardaría año y medio, con los riesgos sanitarios que el SARS-Cov2 se vuelva endémico, como anticipó el vocero de la pandemia, Hugo López Gatell.
Que un buen número de compatriotas decida no vacunarse, siguiendo el ejemplo del primer mandatario y ante la posibilidad de que les toquen nuevos errores de jeringas vacías, López Obrador dijo que siempre sí se vacunaría, para disipar dudas.
Estos son ejemplos Claros de que todo lo que toca la 4T con su “varita mágica”, si no lo destruye, lo deja en condiciones deplorables.
He dicho.
EFECTO DOMINÓ
Según López Obrador su gobierno se preocupa primero por los pobres; sin embargo, la fortuna de 11 de los 13 multimillonarios mexicanos que forman parte de la lista de los más acaudalados del mundo se incrementó en el último año.