La industria textil contribuye de manera importante al deterioro del medio ambiente debido principalmente al consumo de agua y energía, además genera malos olores, residuos sólidos de distintas naturalezas y emisiones atmosféricas.
En los últimos años, debido a la presión generada por los grupos científicos y ambientalistas esta industria está buscando nuevas alternativas para los procesos productivos en las materias primas que emplea, con el objeto de lograr productos textiles menos contaminantes.
Un aspecto muy positivo de esta tendencia es la orientación que se le da al mercado, ya que el consumidor busca que la materia prima empleada o los procesos sean respetuosos con el entorno.
La industria del vestido y calzado consumen grandes cantidades de materia prima y han empleado a lo largo del tiempo distintos tipos de productos que requieren procesos complicados y muy contaminantes para su obtención, tal es es el caso de la industria peletera.
Existe mucha controversia en torno al trato a los animales que se utilizan para la industria de la moda, sin entrar en polémica al respecto y sobretodo buscando disminuir las emisiones y la huella ecológica en la producción de bienes y servicios, se han desarrollado distintas opciones, en el caso de la industria de la piel han desarrollado una serie de ideas fenomenales en donde un par de mexicanos están muy involucrados.
Las pieles vegetales son poco conocidas, la mayoría de las personas considera que la única alternativa a la piel de animales es el uso de elementos sintéticos o polipiel elaboradas con poliuretano o PVC, aunque representan un beneficio como alternativa al cuidado de los animales no son del todo ecológicas, ya que su materia prima fundamental es el petróleo, debido a esto, hay quienes han empezado a introducir lo que se conoce como “cuero vegetal” del cual existe gran variedad de opciones y emplean todo tipo de materiales naturales para fabricar pieles vegetales.
Por mencionar algunos vamos a hablar del cuero de champiñones, este tiene un gran parecido en el color y una suavidad todavía es superior a la piel, es biodegradable y no ocupa productos químicos para su elaboración, su principal ventaja es que los champiñones son muy fáciles de producir, lo que a una vaca le tomaría tres años en crecer se puede producir en tan sólo dos semanas.
Otra alternativa que está generando gran impacto en la industria de la moda es el algodón encerado como piel vegetal ya que logra conseguir un efecto muy similar al de la piel animal y con las características de ser transpirable, resistente al viento e impermeable, con él se pueden fabricar chamarras, bolsas, pantalones u otro tipo de prendas.
Es aquí donde la idea de dos mexicanos toma forma y encuentra un nicho de oportunidad, produciendo un cuero vegetal a partir de una de las especies más representativas e icónicas de la mexicanidad “el nopal”.
Los mexicanos Adrián López y Martín Cázares desarrollaron una piel sintética hecha con nopal también llamada “cactus Leather”, este material ha sido bien aceptado en la industria de la moda, la industria automotriz, la aeronáutica e incluso se considera adecuado para emplearse en marcas de lujo.
Por lo anterior debemos tratar siempre de buscar alternativas menos contaminantes tanto en el proceso de fabricación como en el uso y los desechos que se generen, disminuyendo el impacto al planeta.