Hace algunos días se hicieron virales imágenes de la NASA referentes a la sequía generalizada que sufre México, esto se desprende de un análisis donde a través de imágenes satelitales se observa la cantidad de agua presente en los principales embalses de los que se obtiene el agua para uso y consumo humano; el análisis de la presa Villa Victoria muestra que se encuentra aproximadamente a un tercio de su capacidad con respecto del año anterior y que cerca de un 60% de los embalses están por debajo del 25% de su capacidad en la zona centro y norte del país, es por ello que se habla de que se está viviendo una de las sequías más generalizadas e intensas en décadas.
La sequía puede conducir a pérdidas considerables en la agricultura como ocurrió hace 24 años donde se perdieron cosechas al no haber suficiente agua para riego y cultivo, de acuerdo con la Central Campesina Independiente la situación más crítica ocurre en Chihuahua, Tamaulipas, Coahuila, Durango, Sinaloa, en la zona del Bajío y en el Estado de México, poniendo en riesgo la producción de granos y hortalizas del ciclo primavera-verano 2021 y con ello la seguridad alimentaria en varias regiones del país.
Aparentemente esto se vio afectado por las escasas lluvias debido al fenómeno de “La Niña” en el que agua del océano pacífico está usualmente fría, lo que evita la formación de nubes, en consecuencia, la precipitación disminuye impactando la parte norte del territorio mexicano, afortunadamente este fenómeno ha disminuido por lo que se espera que el calentamiento de las aguas provoque la lluvia, por lo que lloverá 13 días de este mes desafortunadamente esto no ocurrirá donde las condiciones de sequía son más severas, allí las precipitaciones tendrán lugar hasta el mes de junio con la llegada del verano.
A pesar de qué la sequía no es un fenómeno desconocido cada vez son más las afectaciones y el estrés sobre los sistemas hídricos, por lo que resulta de vital importancia canalizar las energías en las estrategias que nos permitan un uso más adecuado y racional del agua, hay que recordar que México cuenta con 282 acuíferos de los cuales 101 se encuentran sobre explotados, y el 37% del agua que se consume en México es de origen subterráneo, en la ciudad de México del total de la precipitación el 72% se vapora, el 4% se recupera en aguas superficiales, el 14% se escurre y el 11% se infiltra para la recarga de los acuíferos; el agua de escurrimiento y de recarga representa el volumen disponible para los habitantes de la ciudad.
En el Valle de México de 48.4% del agua se emplea para uso agrícola, el 45.3 para abastecimiento público, el 4.5% para uso industrial y el 1.8% para la generación de energía termoeléctrica, y cómo la medida de consumo de agua es de 314 litros por persona, el 77% de la población consume menos de 150 litros por día; todos estos elementos nos obligan a hacer un uso racional y cuidar el agua como elemento vital para nuestra supervivencia.