A menos de 10 días de haberse celebrado los comicios de mitad de camino, los resultados arrojados están provocando desestabilización entre algunas de las fuerzas políticas donde, por los prolegómenos, se avecinan noches de cuchillos largos, en particular en Morena y el Revolucionario Institucional.
Las cuentas alegres que presentan las dirigencias de ambos partidos, en un esfuerzo infructuoso para disimular las pérdidas de millones de votos, han generado corrientes en su interior que piden su remoción.
En el caso de Morena, esta circunstancia se ve influenciada por las luchas entre los aspirantes a suceder a Andrés Manuel López Obrador, a través de filtraciones a los medios de comunicación y acusaciones de traiciones entre integrantes de la cúpula morenista.
En el priismo, la derrota estrepitosa en las elecciones locales, con la pérdida de ocho gubernaturas, difícilmente puede ser olvidada y darle la vuelta a la hoja, como si nada hubiera pasado. La disposición a negociar con el partido gobernante, externada por Alejandro Moreno Cárdenas, ha sido el detonante de lo que se visualiza como una revuelta interna.
Si en Morena, el hilo podría romperse por lo más Delgado, en el tricolor, el estruendo de las trompetas podría derribar el fuerte amurallado campechano, que ya está pensando en refugiarse en las altas paredes del Palacio Legislativo.
En tanto, en el otro Palacio, el inquilino temporal del mismo, después de varios días para sacar el coraje contra las clases medias que le produjo no haber obtenido la mayoría calificada en la Cámara de Diputados, le afloraron las urgencias aspiracionistas de militarizar la seguridad pública, devolver el monopolio a la CFE y jibarizar al INE y al Congreso de la Unión.
Con ello, quiere reducir o eliminar los contrapesos a su hiper presidencialismo; aspiración egoísta, propia del pensamiento conservador, que se vería complementada si en “consulta extraordinaria” los ministros de la Suprema Corte, deciden validar la extensión -anticonstitucional- del mandato de su presidente Arturo Zaldívar dos años más.
No debe extrañar, por tanto, se apruebe un periodo extraordinario, a fin de dar cabida a la visión individualista y caprichosa del primer mandatario, antes de que la nueva composición diputadil limite las posibilidades de cambios constitucionales.
Reformas a la Carta Magna que pudo haber promovido en la presente legislatura, pero fiel a su actuar marrullero, siempre quiere trampear la Ley Suprema a través de la promulgación de ordenamientos secundarios, al no contar con los votos suficientes en el Senado de la República.
La indefinición sobre si habrá reforma o miscelánea fiscal, sin aumento de impuestos, es otro elemento disruptivo en la intención de generar un clima de confianza a las inversiones, hasta en tanto no se conozcan con precisión los términos impositivos que regirán en lo que resta de la actual administración
El momento que vivimos en estos días los mexicanos, entre pleitos partidistas y de aspirantes a la Presidencia, así como las lopezobradorianas urgencias, podrían generar en las siguientes semanas inestabilidad económica, social y política.
He dicho.
EFECTO DOMINÓ
Tuvo que haber más de 230 mil muertos por Covid-19, para que el vocero de la pandemia, Hugo López Gatell, recomendara a la población solicitar atención médica temprana en caso de presentar síntomas como fiebre, tos, dolor de garganta o cabeza y fatiga crónica, cuando anteriormente pedía que sólo lo hicieran en caso grave.
@Edumermo