Mientras la falta de medicamentos sigue sin resolverse, aumentan los contagios pandémicos, la violencia imparable y el hostigamiento hacia opositores crece, el destapamiento temprano de posibles candidatos de Morena a la Presidencia, mostró que unos -como los refrescos- ya no tienen gas y otros están muy agitados y pueden provocar tremendo salpicadero.
Sin embargo, para el destapador y primer mandatario, nada de eso es grave; según sus otros datos, todo estaría bajo control. A fuerza de ser sinceros, si no puede controlar la animosidad de algunos de los mencionados y no, que aspiran a relevarlo, mucho menos tendría la capacidad de poner orden en los asuntos mencionados y que verdaderamente interesan a los mexicanos.
Marcelo Ebrard y Ricardo Monreal, ya anticiparon su participación en la próxima contienda presidencial, para evitar la posible “escapada en solitario” -en términos ciclistas- de Claudia Sheinbaum que, en esta primera etapa del “Tour de México 2024”, ya se ha puesto la camiseta de líder, lo que la vuelve blanco de los demás competidores, incluso de sus coequiperos.
El secretario de Relaciones Exteriores, de plano hizo público su deseo de contender de cara al presidente Andrés Manuel López Obrador, a quien agradeció haberlo incluido en el team guinda.
En cambio, el presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado ya anticipó que ya sea con o sin el patrocinio de Morena, el estará en la boleta electoral y disputando el triunfo, pues cree contar con los suficientes respaldos de otras marcas, en caso de no ser integrado a la cuarteta de Macuspana.
Hasta el momento, los otros posibles integrantes del “dream team” morenista Juan Ramón de la Fuente, Esteban Moctezuma, Tatiana Clouthier y Rocío Nahle, han preferido mantenerse en el pelotón, ya sea para velar sus armas o bien porque harán tándem con alguno de los punteros.
Lo cierto es que, en el inicio del Tour, ya se presentaron varías caídas y raspones que están obligando a los mecánicos a revisar la estrategia original. Por ejemplo, el senador Monreal Ávila descalificó el método propuesto por el dirigente morenista, Mario Delgado.
Las encuestas y las consultas son las fórmulas preferidas por el inquilino temporal de Palacio Nacional, pues debidamente cuchareadas le han permitido disfrazarse de demócrata cuando, en realidad, somete a los demás a sus caprichos. Las candidaturas de Morena para las elecciones del presente año son ejemplo claro de ello.
El canciller y el senador ya experimentaron en carne propia el desaseo de los dichosos sondeos. En 2012, Ebrard prefirió declinar ante López Obrador, aun cuando dos de las tres encuestas le eran favorables para obtener la nominación como candidato del PRD a la Presidencia.
En 2018, Ricardo Monreal compitió por obtener la candidatura morenista al gobierno de la Ciudad de México. El sondeo realizado, sin mostrar los datos duros ni la metodología utilizada, le otorgó la nominación a Claudia Sheinbaum.
Los primeros escarceos al arranque, por cuanto a las menciones y el método, ya están generando impulsos independentistas -para no decir brotes de rebelión- en las filas morenistas, que podrían conducir a desgajamientos.
Como se vislumbra el panorama, es probable que más adelante veamos la reedición del “hijo desobediente” que protagonizó Felipe Calderón, en tiempos de Vicente Fox, aunque tal vez sean más de uno los insurrectos.
He dicho.
EFECTO DOMINÓ
El vuelo de una aeronave de las fuerzas armadas de México a Cuba ¿fue para llevar ayuda a la población o para extraer a integrantes del Partido Comunista Cubano y del gobierno? Aclarar el objetivo de este, es impostergable.
@Edumermo