¿Quién gobierna Michoacán? La pregunta parece de fácil respuesta, pero no lo es, ya que su aún gobernador, Silvano Aureoles Conejo, abandonó (desde hace ya más de un mes) su cómoda silla en Palacio de Gobierno para cambiarla por un frágil banco de plástico color verde, que lo acompaña en esta aventura nacional e internacional, y cuyo pretexto es la negativa a ser recibido en Palacio Nacional por el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.
Actualmente el todavía gobernador y su asiento verde, al que quiere convertir en un símbolo de humildad (esa que le faltó cuando agredió a un maestro durante una gira de trabajo por su estado), se encuentran en Washington, Estados Unidos, en espera de exponer su caso ante la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El supuesto fondo de la argumentación del mandatario “rebelde” es querer exponerle al Presidente de la República que la llegada del gobernador electo, Alfredo Ramírez Bedolla, significa que quien gobernará esa entidad será el narcotráfico.
La respuesta de López Obrador para no recibirlo es que la instancia que tiene que atenderlo es la Fiscalía General de la República, a cargo de Alejandro Gertz Manero.
La desesperación mostrada por Aureoles Conejo, inmediatamente luego del triunfo del candidato de la coalición Morena/PT, Ramírez Bedolla, evidencia un profundo temor del mandatario estatal, que rebasa los terrenos de la arena política.
Fuentes consultadas en Palacio Nacional por En Corto confiaron que hay señalamientos contra Aureoles Conejo de tener vínculos con el narco y de haber gobernado de la mano de cárteles, por lo que los actos desesperados y locuaces de Silvano son derivados del pánico que le genera la posibilidad de terminar en la cárcel.
Un informante cercano al PRD nos comentó que ya fueron informados de la situación del gobernador, por lo que ya marcaron su distancia con él y que, si bien no lo condenarán o pedirán su enjuiciamiento, también lo es que no emprenderán, como no lo están haciendo, una defensa férrea.
Es decir, lo están dejando solo en su lucha y eso es lo que está proyectando en términos de imagen el gobernante michoacano.
Él solo y su banco; él solo y su alma, mala decisión, pésima asesoría.
Aunado a esto, en el primer círculo del presidente López Obrador y desde la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda, confirmaron a este columnista que siguen la pista de movimientos atípicos de grandes cantidades de dinero entre particulares y el gobierno de Aureoles Conejo, lo que no tarda en dar a conocer el titular de la UIF, Santiago Nieto.
Por tal motivo, lo que hace el aún gobernador constitucional de Michoacán, particularmente en el plano internacional, persigue dos objetivos: primero, placearse en el vecino país para tratar de investirse de un manto de inocencia y propagar la idea de que su caso es ajeno al ejercicio de su gestión, por lo que es un perseguido político.
Esto podría, en su lógica, impedir su detención y eventual enjuiciamiento.
El segundo objetivo que se propone al encarecer ese eventual juicio, es intentar hacerse pasar como una víctima, producto del autoritarismo de un gobierno represor y violador de los derechos humanos.
En opinión de nuestros informantes, a Silvano Aureoles no le servirá ni una ni otra cosa, por lo que su banco de polímero verde podría tener otro destino muy distinto al de las inmediaciones de Palacio Nacional, en México, y de la OEA y la ONU, en Estados Unidos, una vez que concluya su gobierno, el último día del próximo mes patrio.
De terminar enjuiciado el gobernador michoacano, su intento de desafiar al poema “A Gloria”, del poeta Salvador Díaz Mirón, que a la letra dice: “Hay plumajes que cruzan el pantano y no se manchan”, será un verdadero mentís para su inconclusa y convulsa gestión.
Gobierno que ha estado señalado, según funcionarios de la administración en turno, por sus nexos con personas involucradas con grupos criminales.
De ser el caso, Silvano Aureoles distará mucho de poder evocar al poeta veracruzano con el célebre remate de su pieza poética: “Mi plumaje es de esos”.
En Cortito: El presidente López Obrador está equivocando al mensajero en sus recados mañaneros. Su desmentido a El Universal porque uno de sus columnistas afirmó que sus hijos “huachicolean” en la frontera norte del país, constituye un despropósito, como también lo es la supuesta pretendida balconeada gratuita de los miércoles de las notas que consideran desde Palacio Nacional como falsas.
Y no gastaré líneas en citar el nombre de la señora que las presenta porque carece de toda autoridad ética y preparación académica en la materia, porque quiero aprovechar para expresarle al mandatario, que con sus actitudes hostiles de “Las Mañaneras” sigue perdiendo a periodistas que fueron partidarios del cambio.
A cambio, la señora de marras hace famosos a algunos periodistas, y otros tantos supuestos colegas que redactan (lo dije bien porque escribir es otra cosa) hasta sandeces para ser desmentidos.
¿Se imagina estimado lector cuánto les representa en términos de popularidad a los seudoperiodistas o periodistas bisoños ser señalados en “Las Mañaneras”, aun para ser desmentidos?
Es inimaginable y desproporcionado, en función del daño que se ocasiona a la reputación de periodistas prestigiados que son señalados desde el púlpito presidencial.
Pero volvamos al error de mensajero en que incurre el Presidente, más allá de si El Universal ya no recibe, ni recibirá publicidad oficial.
Su respuesta debe estar dirigida hacia quien emitió ese mensaje, a través del periodista, y constatará que se trata de fuego súper amiguísimo.
Es ahí donde tiene que poner verdadera atención el jefe del Ejecutivo, en escudriñar para determinar qué y por qué le están mandando decir esas cosas.
Mientras tanto, tendrá que esperar un nuevo mensaje, ya que como dice la película estadounidense, y el libro de James M. Cain, en que se basó: El cartero siempre llama dos veces.
Nos cuentan que será esta semana cuando la actual Legislatura mexiquense emita la convocatoria para elegir a la o el nuevo titular de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México, quien deberá ser electo por las dosterceras partes del Congreso local. Nos dicen que el actual ombudsperson, Jorge Olvera, tendrá que entrar de lleno al proceso de selección, si es que quiere repetir en el puesto, aunque en esta ocasión las cartas no están echadas a su favor, ya que uno de los candidatos a presidir este organismo es Antonio Lara Duque, quien tiene el apoyo de diversas organizaciones defensoras de los derechos humanos a nivel nacional e internacional. Se pondrá interesante este asunto, ya que los actuales diputados mexiquenses (la mayoría de Morena) tienen hasta el 15 de agosto para elegir al nuevo titular de la Codhem para un periodo de cuatro años.