Legisladores y grupos económicos de Estados Unidos están lejos de chuparse el dedo como los mexicanos y no dejarán que el gobierno cuatroteísta les haga chanchullo o interpretaciones a modo del T-MEC, y demandaron a sus autoridades poner atención en lo que está haciendo México.
En una carta dirigida a la representante comercial de Estados Unidos, Katherine Tai, miembros del Comité de Finanzas del Senado estadounidense detallaron “puntos de tensión” con México y Canadá, por ignorar sus obligaciones dentro del T-MEC.
También urgieron a la Oficina de la Representante Comercial (USTR), por sus siglas en inglés continúe monitoreando diligentemente el cumplimiento de ambos países, a fin de asegurar que cada uno de los capítulos se cumpla”, señala la misiva.
De acuerdo con lo explicado, 9 de las 12 presuntas violaciones incluidas en la lista corresponden a México, y comprenden aspectos relativos a las reformas reforma laboral y energética, así como tópicos en materia pesquera y la aplicación de cuotas nacionales de contenido audiovisual.
Resulta muy significativo el interés de los legisladores norteamericanos por las condiciones laborales en México, al señalar la necesidad de “vigilar las prácticas de trabajo forzado en el país, sobre todo en el campo”.
De igual manera les inquieta el tratamiento que pretende otorgar el gobierno mexicano a los productos agrícolas biotecnológicos o transgénicos, sin dejar de poner énfasis en la prohibición para el uso del glifosato como fertilizante.
Temen la posible desaparición del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) como ente regulador; y el aplazamiento de permisos para el acceso de productos farmacéuticos de parte de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
Todos estos ámbitos de diferendo, palidecen ante la profunda preocupación por la política energética esbozada por el presidente sin nombre ni estatua que busca favorecer injustificadamente a las empresas del Estado (Pemex y CFE), a costa del acceso a mercado y trato parejo para empresas privadas.
En este rubro, los senadores Ron Wyden, presidente del Comité de Finanzas del Senado de Estados Unidos, y Mike Crapo resaltaron que recientemente México suspendió permisos de importación a más de 80 empresas energéticas para favorecer a las empresas paraestatales mexicanas.
Según ambos legisladores, el gobierno mexicano está aplicando activamente políticas para dar preferencia a la CFE y a Pemex en detrimento de los competidores privados que a menudo brindan opciones de energía más limpia, lo que pone en riesgo la inversión estadounidense; pues eliminaría a los reguladores independientes y cancelaría los contratos y permisos otorgados a empresas privadas.
Las exigencias norteamericanas en el marco del Tratado de Libre Comercio, de ninguna manera son gratuitas y son totalmente independientes de los supuestos buenos tratos entre los mandatarios de México y Estados Unidos, que se ha traducido en la donación de más de 13 millones de vacunas anticovid para nuestro país.
Si quiere evitar que le “levanten la canasta” y apliquen a rajatabla lo estipulado en el T-MEC, el gobierno cuatroteísta debe olvidarse de “chicanadas, chantajes y marrullerías” que tan buenos resultados internamente le han dado.
La salida de capitales registradas en los dos últimos años, de más o menos medio billón de pesos, es una advertencia velada de lo que puede pasar si se insiste en afectar los intereses de los vecinos del norte.
He dicho.
EFECTO DOMINÓ
Con un crecimiento casi exponencial de personas contagiadas por Covid-19, 75 mil en las últimas 48 horas, la actitud gubernamental de no cambiar la estrategia y mantener el semáforo verde, demuestra el poco interés por la salud y la vida de los mexicanos.
@Edumermo