Arquitecto, egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde también se ha desempeñado como docente en la materia, legislador, funcionario, activista, pero, sobre todo, consiente de la importancia de las políticas públicas a favor del medio ambiente, Javier Hidalgo Ponce llega a todos lados con la bicicleta por delante.
Fiel lector de las obras de Gabriel García Márquez y Mario Vargas Llosa, nació en el antiguo pueblo de Popotla, en la alcaldía de Miguel Hidalgo de la Ciudad de México. Su trayectoria política inició en 1991 como diputado de la extinta Asamblea Legislativa del Distrito Federal, de la que formó parte en dos ocasiones, aunque su activismo comenzó desde los 17 años.
En la administración pública ocupó los cargos de Director general del Instituto de la Juventud del Distrito Federal, entre 2006 y 2012; asesor honorario en Movilidad del jefe delegacional en Miguel Hidalgo, de 2012 a 2015; y director de Gestión Ambiental en Cuauhtémoc, cargo al que renunció en 2017 para participar en la contienda electoral de ese año.
En 2014, Javier Hidalgo vendió su automóvil y a partir de ese momento recorre, en bicicleta, 20 kilómetros diarios.
“Vivo en los límites entre las alcaldías Cuauhtémoc y Miguel Hidalgo y para llegar a la Cámara de Diputados cruzo Venustiano Carranza, a todos los lugares llego en bici, excepto Las Lomas”, señala el diputado con una sonrisa.
Desde el Congreso, el legislador de Morena ha impulsado iniciativas encaminadas a fomentar el uso de la bicicleta y la protección de los ciclistas, además de otras alternativas de movilidad amigables con el medio ambiente.
Reconoce que la Ciudad de México aún no es amigable para peatones ni ciclistas, ya que existen problemas en cruces de vías rápidas que son inhóspitas para ellos.
Actualmente, Javier Hidalgo está leyendo El Traidor, de Anabel Hernández; y sigue la máxima de Albert Einstein: La vida es como la bicicleta, hay que pedalear hacia adelante para no perder el equilibrio.