El municipio es el nivel de gobierno donde menos han logrado incursionar las mujeres, a pesar de que representa el primer contacto de la población con las autoridades, para demandar solución a sus problemas más inmediatos
De acuerdo con el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), la participación ciudadana se nutre ampliamente del trabajo de las mujeres, su presencia es constante en la gestión de servicios y en la búsqueda de mejoras en el entorno y condiciones de vida.
Sin embargo, esta participación no corresponde con su presencia en los puestos de elección popular, manteniéndola hoy en día casi en el mismo nivel que hace más de dos décadas.
De acuerdo con ONU Mujeres, México ha logrado importantes avances en esta materia, como la reforma constitucional que establece la obligatoriedad de la paridad en candidaturas al Poder Legislativo, federal y local.
Sin embargo, todavía existe una brecha importante para lograr la paridad, sobre todo en el ámbito local.
Así, desde el derecho al voto, hasta poder llegar a un cargo de elección popular, las mujeres han tenido un camino sinuoso en la política mexicana.
La trayectoria de muchas mujeres en las contiendas político-electorales data de principios del Siglo XX, cuando se eligió a la primera mujer regidora en 1923, y en 1936 a la primera presidenta municipal en México.
En 1953, se reconoce la ciudadanía plena de las mujeres, cuando se reforman los artículos 34 y 115 de la Constitución, y es dos años más tarde cuando una mujer, María Izaguirre Ruiz Cortines emite por primera vez su voto para elegir diputados federales.
Pero hoy en día, de los más de dos mil 400 municipios que existen en el país, solo 545 son dirigidos por mujeres, es decir, una alcaldesa por cada cinco alcaldes, según la Asociación de Municipios de México.
La vicepresidenta nacional de esta organización, Mariela Gutiérrez Escalante mencionó que, si bien en la actualidad hay más mujeres en cargos políticos, la cifra muestra que existe un gran pendiente en el ámbito nacional con la equidad de género.
“Eso es una clara muestra de que todavía es muy inequitativo”, y cuando se logre la paridad, será posible dar pasos más firmes contra la violencia y los feminicidios que aquejan al país. La violencia contras las mujeres y la corrupción podrían ser en la actualidad los principales problemas, por lo que es deber de las alcaldesas recoger las demandas ciudadanas, que permitan tener una visión más clara a los y las encargadas de diseñar las leyes, sostuvo en su momento.
El Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe de la Cepal refiere que la presencia de las alcaldesas electas ha avanzado a un ritmo más lento y los resultados que se observan son limitados.
En la mayoría de los países de América Latina y el Caribe, el porcentaje de alcaldesas electas se sitúa por debajo del 15 por ciento, y el promedio latinoamericano llegó solo al 15.5 en 2018.
Sólo en Cuba, con 47.0 por ciento, y Nicaragua, con 42.5, las alcaldesas superan el umbral del 30 por ciento, proporción que habitualmente se considera equivalente a una masa crítica capaz de generar cambios. México se encuentra en el quinto lugar con el 21.6 por ciento.
Aurora Mesa Andraca, primera Presidenta Municipal
Trabajadora social egresada de la escuela Sor Juana Inés de la Cruz de la Ciudad de México. Fue Presidenta del Concejo Municipal de Chilpancingo (1936-1937), lo que la convirtió en la primera mujer en ejercer ese cargo, no sólo en México sino en América Latina
Elvia Carrillo Puerto, primera Diputada
Originaria de Motul, Yucatán, fue alumna de la poetisa Rita Cetina Gutiérrez, fundadora de la primera organización femenina de campesinas en 1912, y de las “Ligas de Resistencia Feministas”, que llamaba a las mujeres a unirse para tratar temas como el derecho al voto, la alfabetización y el control de natalidad.
Griselda Álvarez, la primera Gobernadora
Licenciada en Letras Españolas por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). En 1977, fue electa senadora por el estado de Jalisco. Tres años después fue postulada por el PRI y el Partido Popular Socialista para la gubernatura de Colima.
Rosario Ibarra De Piedra, la primera Candidata Presidencial
La vida política de Rosario Ibarra comenzó tras la desaparición de su hijo Jesús de Piedra Ibarra el 18 de abril de 1975, después de ser acusado de pertenecer a la Liga Comunista 23 de septiembre. Fundó el Comité Pro-Defensa de Presos, Perseguidos, Desaparecidos y Exiliados Políticos de México y en 1979, promovió y creó el Frente Nacional Contra la Represión (FNCR).
Rosa Torres González, la primera Regidora
Su elección se dio durante la administración de Felipe Carrillo Puerto y se trató de la primera mujer que ocupó un puesto de elección popular cuando se volvió regidora del ayuntamiento de Mérida en 1923.
Violencia
El asesinato de mujeres en México se volvió un fenómeno internacional en la década de 1990 con las llamadas “Muertas de Ciudad Juárez”, cuando no existía aún un término para nombrar las atrocidades que vivían cientos de mujeres en esa zona del país.
El sitio feminicidios.mx, creado por María Salguero, activista e investigadora, presenta un diagnóstico sobre cómo ha evolucionado el feminicidio en México en los últimos diez años.
Señala que en los 49 días que van de 2020, se cuentan ya 133 feminicidios, de acuerdo con información recopilada de las noticias e informes que le llegan de todo el país acerca de asesinatos de mujeres y que, la mayoría de las veces, las autoridades judiciales tipifican como homicidio doloso, revictimizando a las mujeres.
Aunque la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) determinó en 2015 que, como parte del protocolo de investigación de las muertes violentas de mujeres, se tenía que introducir la perspectiva de género, la realidad es que esto no ha ocurrido en los últimos años.
Cifras del INEGI y del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) refieren que en 2017 murieron por homicidio 3 mil 430 mujeres, de las cuales 756 casos fueron tipificados como feminicidio.
Mientras que en 2018, 3 mil 752 mujeres murieron por agresiones dolosas, de las cuales 891 fueron clasificadas como feminicidio. Para las autoridades, sólo uno de cada cinco asesinatos de mujeres es investigado como feminicidio.