Desde Saltillo, Gibrán Ramírez Reyes, aspirante a la dirigencia de Morena aseguró que el partido “dejó de ser movimiento y empezó a ser parálisis”.
Dejó de avocarse a la regeneración para entrar en una espiral de degradación, cercana a lo que sucedió con el PRD después de 10 años de existencia. Dejó su carácter racional para concentrarse en burocracias de la Ciudad de México”.
Dijo que han sido dos años en que el partido tuvo prerrogativas, extensión territorial, recursos, cargos electos, y en ese momento el movimiento enfermó de éxito y dejó de moverse para dar paso a una lucha de facciones sobre quién iba a repartir los cargos, las candidaturas, los puestos y los presupuestos.
Gibrán Ramírez Reyes habló de sus propuestas más urgentes para recuperar a Morena como la creación de un fuerte Departamento de Encuestas; un Observatorio de Gobiernos Estatales y Locales; la creación de una Coordinación Nacional de Diálogo Permanente con movimientos sociales y sindicatos; garantizar la igualdad sustantiva, entender y atender las demandas del movimiento feminista; y la formación política de cuadros.
Para la construcción de su programa, el único hasta ahora presentado entre todas y todos los candidatos, debatió por varios meses con la militancia de todo el país atendiendo sus demandas y acogiendo sus recomendaciones.
“El partido tiene que ser de las bases. Escucharlas debe ser la nueva normalidad. Vamos a rodear al presidente y al proyecto de la Cuarta Transformación”, enfatizó.
El candidato también se refirió a la reciente encuesta publicada por Arias Consultores, que lo pone a la cabeza en la preferencia electoral para dirigir Morena; según el levantamiento realizado entre el 11 y el 14 de septiembre de 2020, Gibrán Ramírez Reyes lidera la preferencia electoral con un 26.71% según las y los encuestados; seguido de Porfirio Muñoz Ledo con un 25.42%; Mario Delgado con un 22.35%; en cuarto lugar, Yeidckol Polevnsky con el 18.83%.
El aspirante continúa con su gira territorial que ya alcanza 36 ciudades de todo el país