Ante el regreso a clases presenciales, la diputada del PRI, Sara Rocha Medina, solicitó que las Secretarías de Salud y de Educación Pública pongan en marcha un programa de aplicación voluntaria de pruebas rápidas para reducir riesgos de contagio del COVID-19.
Dijo que su propuesta tiene como finalidad que el Estado garantice con suficiencia estas pruebas de antígenos, que son de gran utilidad como complemento para el monitoreo de la enfermedad infecciosa.
“Si se pretende que las escuelas permanezcan abiertas durante todo el ciclo escolar, de acuerdo al protocolo de las autoridades federales, al presentarse un solo caso de COVID, la escuela cerrará. Es evidente que las buenas intenciones no bastarán para evitar que los niños vuelvan a desconectarse de sus maestros, de los planes de estudio y de sus aspiraciones de aprendizaje”, señaló.
A través de un Punto de Acuerdo presentado a la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, la diputada por San Luis Potosí expuso que, a más de 16 meses de la pandemia, la situación sanitaria continúa muy delicada.
Apuntó que en México padecemos una tercera ola de incremento en la infección del coronavirus y un hecho lamentable es que desde el inicio de la epidemia, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell Ramírez, fue quien desacreditó el uso de cubrebocas, caretas y las pruebas rápidas de detección del COVID-19.
“Hoy en día sabemos que ese actuar fue y sigue siendo negligente y que no hay manera en que los alumnos vuelvan a clase sin el material sanitario necesario, de ahí la urgencia de que se tomen medidas para reducir los riesgos de contagio si se insiste en el regreso a las aulas”, concluyó.