Diversos reportes periodísticos dieron a conocer esta mañana que el exdirector de Petroleos Mexicanos, Carlos Treviño Medina, denunció a Emilio Lozoya Austin ante la Fiscalía General de la República (FGR), por emitir falsas declaraciones.
De acuerdo con Treviño Medina la Fiscalía busca utilizar políticamente a Lozoya, aunado a que lo ha presionado para que ofrezca testimonios contra el expresidente Felipe Calderón, así como funcionarios que estuvieron activos durante su administración, aunque precisó que no se prestará a la situación.
Este martes 7 de septiembre, Carlos Treviño debía presentarse ante el juez de control Daniel Ramírez, donde le sería imputada la supuesta recepción de sobornos de la constructora Odebrecht para llevar a cabo el contrato de la planta Etileno XXI. No obstante, su representante legal comentó que no había condiciones justas para que se llevará a cabo el juicio.
Carlos Treviño ha negado ser partícipe del caso, pues no desempeñaba ningun cargo en Pemex cuando se llevó a cabo la licitación, ni posteriormente cuando se concretó la asignación del respectivo contrato a Braskem-IDESA; aunado a que tampoco era parte de la plantilla cuando Lozoya Austin recibió el soborno.
Entre sus argumentos ha desglosado que el convenio para edificar la planta de polietileno se realizó en noviembre de 2009, año en el que se desarrollaba en la Subsecretaría de Egresos de la Secretaría de Hacienda y en la Oficialía Mayor de la Secretaría de Energía; sumado a que tampoco figuraba en la Comisión Reguladora de Energía cuando el organismo fijó los costos del etano hacia los brasileños, en febrero de 2010.
Una vez marcado el precio, el contrato de suministro se llevó a cabo el 19 de febrero de ese año, momento en el cual Treviño reconoce que solo llevaba 18 días como director corporativo de Finanzas de Pemex.
Por su parte, Emilio Lozoya ha comentado que Luis Alberto de Meneses, antes directivo de Odebrecht, mencionó como uno de los funcionarios involucrados en 2013 a Carlos Treviño, sobre quien también dijo que recibió un pago por 4 millones de dólares en efectivo al año siguiente, por las facilidades para signar el convenio.