Mientras el nuevo embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, se dedica a “supervisar” la labor de contención migratoria del gobierno obradorista, el presidente López Obrador se “distrae” en arengas independentistas que, en los hechos, no se traducen en ventajas para el país ni para los mexicanos y sí, en cambio, pueden traducirse en conflictos con su principal socio.
Distraído con sus sueños de inmortalidad, el mandatario mexicano, se olvida de las obligaciones que tiene en el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá, que al ser renovado incorpora mayores exigencias para nuestro país; compromisos impostergables y que pueden derivar en nuevos litigios y sanciones.
Haber autorizado la supervisión estricta a los países norteños sobre el desarrollo de diversas actividades productivas en México, en la práctica constituye una cesión de soberanía que en la versión anterior de dicho acuerdo no estaba contemplada.
De otra parte, su corta visión le impide darse cuenta del dinámico papel que está desarrollando el embajador Ken Salazar en materia migratoria, que es el interés principal, en este momento, del gobierno norteamericano, pues parece no haber encontrado el debido eco en las autoridades mexicanas. Este desdén podría traducirse en mayores presiones económicas sobre nuestro país.
No en balde el diplomático estadounidense acaba de corregirle la plana a la administración cuatroteísta al puntualizar que la reapertura de la frontera en el norte de nuestro país no tiene fecha establecida, contrario a la creencia de que gracias a la aplicación de las vacunas que nos donó Estados Unidos, el acceso de personas sería casi inmediato. Nada más lejos del ánimo de Joe Biden.
Ken Salazar resaltó que el gobierno de su país está trabajando para asegurar que todos los habitantes sean vacunados. “Estamos cuidando lo que está pasando en la entrada a nuestro país, y la apertura de la frontera va a ser una decisión que se hará por la ciencia y el seguro de salud de la gente”.
Embelesado en pronunciar discursos de encendido contenido bolivariano, López Obrador cree que su palabra y la de los asistentes a la reciente reunión de la CELAC es suficiente para desplazar a sus principales socios comerciales y sustituirlos con los intercambios en Latinoamérica y El Caribe.
El mandatario mexicano quiere ser el artífice de una especie de Comunidad Americana, a manera de la Unión Europea que, sin dejar de ser un buen deseo, las diferencias económicas y las distintas concepciones ideológicas son escollos difíciles de solventar. Desconoce la historia; los múltiples esfuerzos realizados, casi desde que los países latinoamericanos obtuvieron su independencia, para dar forma a la utopía bolivariana, han terminado por desvanecerse, con su concebido desengaño.
Si bien es saludable buscar opciones comerciales hacia otras regiones y países, la dependencia económica de México para con su vecino allende el Río Bravo se ha vuelto una especie de destino manifiesto, del cual, difícilmente puede escapar. Las circunstancias presentes dan plena validez a la expresión: tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos.
Llevado por sus caprichos, en realidad, el distractor distraído cierra los ojos a las evidencias científicas y económicas de cómo en las últimas semanas, la migración de mexicanos y centroamericanos con destino a Estados Unidos se ha incrementado de manera notable, lo que rebasa la capacidad oficial de contención y de respeto a los derechos humanos.
La gira del embajador de Estados Unidos por el sureste del país en labores de supervisor o capataz, mientras López Obrador se distraía con los presidentes de Venezuela, Nicolás Maduro, y de Cuba, Hugo Díaz-Canel, en forma alguna debe verse como una buena señal. Más bien es una advertencia.
Si López Obrador sigue dejándose llevar por este tipo de distracciones, México corre el riesgo de ser llevado y traído por caminos empedrados, que hagan más difícil superar las crisis económica y sanitaria en las que se encuentra.
He dicho.
EFECTO DOMINÓ
Siguiendo los pasos del ejecutivo federal, la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, anunció este domingo nuevos cambios en su gabinete para fortalecer la estrategia de su administración. ¿También de su candidatura presidencial?
@Edumermo