Acostumbrado a engañar y a no cumplir lo que promete, una vez más, el presidente Andrés Manuel López Obrador evidenciando su incapacidad en dar resultados recurre a la distracción desde el púlpito mañanero y con los recursos del erario público genera cortinas de humo, para desviar la atención y evadir su responsabilidad en los conflictos de interés y de presunta corrupción vinculados a las lujosas casonas de Houston.
Así lo expresó el dirigente nacional del PAN, Marko Cortés Mendoza, tras señalar que, a más de tres años de este gobierno, los indicadores en economía, seguridad, salud y corrupción, están peor que nunca, debido a sus políticas erráticas y a las malas decisiones del Ejecutivo.
“Es lamentable que el presidente recurra a la distracción y la manipulación, al ataque a periodistas, organizaciones y líderes de oposición, cuando no quiere dar una explicación convincente a los mexicanos sobre la vida de lujos y excesos de sus familiares y cuando no puede dar resultados en economía, seguridad, salud y combate a la corrupción”, dijo.
Los distractores recientes del presidente, recordó, fueron la ocurrencia y ridículo internacional de poner “en pausa” las relaciones de México con España y la ilegal exhibición salarial de un comunicador en su conferencia mañanera.
Pero también sus recomendaciones de atender los síntomas del Covid-19 con VapoRub, abrazar a los delincuentes en lugar de meterlos a la cárcel y echarle la culpa de todo a los gobiernos anteriores, se inscriben en la lista de los distractores del Ejecutivo.
Destacó que el gobierno morenista está muy lejos de alcanzar la recuperación de los empleos que había en el país en 2018, por lo que sigue existiendo un gran déficit de empleos, principalmente para los jóvenes. “También queda muy lejos la promesa presidencial de un 4 por ciento de crecimiento anual del PIB”.
Respecto a la violencia, el presidente del PAN explicó que los más de 100 mil homicidios cometidos durante este gobierno, hablan por sí solos, porque su estrategia de “abrazos no balazos” resultó un rotundo fracaso. A esto hay que añadir la expansión del crimen organizado en el 40 por ciento del territorio nacional y el aumento de la violencia en estados gobernados por Morena, como Zacatecas, Veracruz, Michoacán, Colima y Morelos.