El líder de los diputados del PRI, Rubén Moreira Valdez, calificó como uno de los mayores atentados a la democracia la denuncia por traición a la patria interpuesta por el presidente nacional de Morena, Mario Delgado contra los legisladores de oposición por votar contra la reforma eléctrica.
El también presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) en la Cámara de Diputados señaló que tratar de eliminar a la oposición es muestra de una intención totalitaria y pone en riesgo la marcha del país.
El líder congresista aseveró que los diputados del PRI, conscientes de su responsabilidad histórica y después de agotar los espacios de diálogo, reiteran su rechazo a una iniciativa que ponía en peligro el desarrollo económico de la nación.
Además, el legislador priista refutó cualquier acusación que desde el partido oficial se haga por su decisión y actuar. Tomamos en serio, destacó, la acción jurídica realizada por el señor Mario Delgado y levantaremos la voz para denunciar este atentado contra la democracia.
“En los próximos días, la coordinación que representó comunicará a todos los parlamentos del mundo la acción realizada por el partido oficial, que nosotros traducimos como un intento de acabar con la democracia mexicana y dejar al parlamento sin la oposición”, subrayó .
El clima nacional, recalcó, no merece acciones como las que encabeza Mario Delgado, ya que trastoca la marcha de las instituciones y prende la alerta de intentonas golpistas.
“Morena no tiene capacidad de diálogo, no sabe construir acuerdos, está mostrando la cara de la intolerancia y el verdadero rostro fascista que esconde bajo una máscara de supuesta apertura”, manifestó Moreira Valdez.
Confiamos, dijo, en las autoridades de procuración de justicia de este país y eso nos deja tranquilos, pero no pasamos por alto el ánimo fascista del partido que más legisladores tiene en la Cámara de Diputados.
Agregó que no es de un demócrata denunciar por el hecho de no coincidir en un tema, sobre todo cuando hubo un periodo de análisis, en el que se escuchó a diferentes sectores y se dieron buenas razones para no apoyar una iniciativa que no beneficiaba a México.