La secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, reiteró que “las armas de fuego no son la solución a los conflictos, sino que los agravan”, durante el lanzamiento del plan nacional de desarme voluntario. Este evento tuvo lugar en el atrio de la Basílica de Guadalupe y fue encabezado por la presidenta de México, Claudia Sheinbaum.
La propuesta del gobierno mexicano busca que los ciudadanos entreguen de manera anónima y voluntaria armas de fuego y cartuchos a cambio de dinero en efectivo. Los módulos de recepción estarán ubicados en atrios de templos e iglesias de diversas religiones. Además, se llevará a cabo el canje de juguetes bélicos por juguetes educativos, como parte de la campaña “Sí al Desarme, Sí a la Paz”.
La Rodríguez Velázquez destacó la importancia de evitar que las armas se utilicen en conflictos personales o familiares, enfatizando que el objetivo es proteger a la población, especialmente a los niños, de los daños que la violencia puede causar. En su discurso, señaló que cada arma entregada es un paso hacia la paz y representa un delito o una lesión menos en la sociedad.
“Y nosotros no queremos niñas o niños heridos, lastimados, balas perdidas, tampoco queremos que en medio de una riña salga a relucir un arma y ahí se destruyan amistades, familias y se acabe con la salud o la vida de las personas.
“Como sociedad, no podemos permitir que sea la violencia, bajo ninguna de sus modalidades, la que invada el ámbito del hogar”, agregó Rodríguez, invitando a la ciudadanía a difundir el mensaje entre amigos y familiares para fomentar el desarme voluntario.
El plan cuenta con la colaboración de la Secretaría de la Defensa Nacional, que se encargará de recibir y destruir las armas en los módulos. Los participantes recibirán dinero en efectivo según un tabulador oficial publicado en el Diario Oficial de la Federación.
El módulo ubicado en la explanada de la Basílica de Guadalupe estará disponible hasta el 17 de enero, con horarios de atención de 10:00 a 18:00 horas.