Luego de la jornada violenta registrada ayer en Orizaba, Veracruz, el presidente Andrés Manuel López Obrador minimizó la balacera y aseguró que se trató de propaganda por parte de los delincuentes.
En su conferencia en Palacio Nacional, dijo que no fue tan grave, pues “fue más un asunto de propaganda en redes, porque transmitieron en vivo”, haciendo referencia a un video en el que aseguran que se van a entregar, pero que no los maten.
Al referirse a la intensa movilización en la que cientos de policías, militares y marinos intentaban contrastar un ataque de presuntos sicarios, el presidente López Obrador refirió que se trató de tres personas que amenazaban con utilizar una bomba.
“Estaban en una casa, dos, tres personas, y llegó la policía, dispararon, alguien amenazó con una granada y se entregó el señor, hubo un muerto”, apuntó.