El Presidente Andrés Manuel López Obrador ha reconocido a los “tequios” como una institución de ayuda mutua, única en el mundo. Muestra de ello es el éxito del Programa de Construcción de Caminos de Accesos a Cabeceras Municipales que tiene como objetivo favorecer la integración territorial.
Los mixtecos están considerados como los mejores trabajadores de la construcción en otras partes del mundo como Nueva York o los Ángeles, la mano de obra de nuestros paisanos es muy reconocida en éstas regiones.
Los integrantes de los tequios trabajan unidos por el bien del pueblo, por esta razón el Presidente no ha tenido dudas en entregar recursos de manera directa a los municipios indígenas de Oaxaca, porque tiene confianza en que se aplicarán bien y se manejarán con honestidad, sin “moches” u organizaciones sociales de por medio.
Esto tiene que ver con las grandes culturas y civilizaciones que edificaron lo que hoy es nuestro México.
La entrega directa de recursos federales a las comunidades que se rigen por Sistemas Normativos Indígenas fue una de las promesas que hizo el Presidente López Obrador al inicio de su administración, a favor de aquellas comunidades que eligen directamente a sus autoridades, sin partidos políticos de por medio.
Grandes costumbres y tradiciones que se mantienen en el país, heredadas de las culturas antiguas, antes de la invasión española.
Además, cuidan la naturaleza, se respeta a los ancianos y a los niños, dan servicio a la comunidad, se respetan entre sí, y hay democracia comunitaria. Las costumbres y tradiciones de los pueblos indígenas, que aún se conservan, hacen parte de la riqueza de México y la gran reserva de valores que tenemos.
Debemos de continuar fortaleciendo la democracia comunitaria de pueblos indígenas en Michoacán, Guerrero, Oaxaca y Chiapas para garantizar su autonomía y que se fortalezcan.
Las herramientas jurídicas con las que cuentan y su sistema normativo interno, conocido como usos y costumbres, les permite establecer gobiernos comunitarios. De los 570 municipios en Oaxaca, 417 usan el sistema normativo interno.
Así, las autoridades son servidores del pueblo que son elegidos en asambleas para dar servicio a la comunidad. Se empieza desde joven como topil, como auxiliar, como policías, y se va ascendiendo. Todos participan en el tequio; las autoridades no cobran, los presidentes municipales tampoco, y no hay corrupción.
Es algo excepcional que desafortunadamente no se da en otros gobiernos municipales del llamado régimen constitucional.
El mejor método para resolver los problemas es la democracia comunitaria; en el caso de los pueblos su base está en las Asambleas, donde los valores y principios son los que rigen sus tradiciones. Tienen la responsabilidad de conducirse bajo normas que han dado lugar a la permanencia y reconstitución de los pueblos y comunidades indígenas de la región.
Se han independizado de los partidos políticos hacia la ruta de la libre determinación y autonomía con respeto a las instituciones, órganos, normas, procedimientos y formas de organización con los que cuenta cada pueblo y comunidad.
Hay mucho que aprender de la democracia comunitaria de ciertos municipios de nuestro país.