Al advertir que los libros de texto gratuitos buscan ser impuestos, violan una suspensión judicial, no están basados en programas de estudio oficiales, no fueron sometidos a discusión ni consulta pública y presentan diversos errores, especialistas llamaron a maestros y padres de familia a oponerse a estos ejemplares.
En este posicionamiento conjunto, expertos en diversas áreas de conocimiento enlistaron puntos por lo que consideraron que estos materiales educativos elaborados por esta Administración federal no deberían llegar a las escuelas.
“El Gobierno federal está a punto de consumar un crimen contra la Nación. En poco tiempo, violando el mandato de suspensión dictado por un juez, se impondrán en las escuelas primarias libros de texto que no fundan en programas de estudio oficiales.
Como primer señalamiento que les preocupa sobre los ejemplares, indicaron que se rompe con el modelo educativo tradicional por tacharlo de “neoliberal” y se busca un cambio radical de paradigma hacia una una “educación popular” que sustituya a la anterior.
“La lectura, escritura y matemáticas, las materias básicas que la escuela siempre ha considerado prioritarias, quedan difuminadas, sin objetivos, métodos de enseñanza ni materiales que las apoyen”, señalaron.
También advierten un desacato a la educación incluyente debido a que el alumno o individuo, según lo planteado, ya no será el centro de la educación, sino la comunidad.
“De ella se deriva una ética colectiva que debe sustituir a la ética del individuo, lo que atenta contra las libertades establecidas en la Constitución (…) sin la atención a las necesidades personales de cada estudiante, se abandona el propósito irrenunciable de avanzar en el establecimiento de las bases de una auténtica educación que incluya a todos”, explicaron.
Asimismo, refirieron que en los nuevos libros de texto de primaria se pretende desaparecer asignaturas como matemáticas, lengua española, física, biología, formación cívica y ética, historia y geografía, con lo que -alertaron- los educandos no podrán adquirir el dominio del razonamiento lógico-deductivo y el aprendizaje oral y escrito del español, la lengua que habla el 97 por ciento de la población mexicana.
“El reconocimiento del pasado nacional estará ausente de las aulas. Los valores que nos unen a los mexicanos serán eliminados. Las ciencias deberán subordinarse ante las ciencias de la comunidad, sean racionales, supersticiones, religiosas o mágicas. La nueva educación, agrega la SEP, no debe dotar a la nueva generación de destrezas que le permita incorporarse más tarde a un trabajo productivo”, manifestaron.