Con seis meses de edad, la pequeña Mia Nicole recibió un transplante de hígado de su padre, en el Hospital de Pediatría del Centro Médico Nacional Siglo XXI.
Gracias a la donación y a la oportuna intervención de especialistas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), la cirugía también significó la primera en la historia del IMSS a un paciente con un peso apenas arriba de los seis kilogramos.
El doctor Pierre Jean Aurelus, Jefe de la Unidad de Trasplantes Hospital de Pediatría del Centro Médico Nacional (CMN) Siglo XXI, indicó que en la intervención quirúrgica de la menor, que se realizó el 14 de enero, participó un grupo de 20 profesionales de la salud, entre cirujanos, anestesiólogos y personal de enfermería especialista, que se complementó con laboratoristas y médicos de terapia intensiva, cuyo esfuerzo permitió dar de alta en un mes a la paciente.
Indicó que la bebé padecía atresia de vías biliares y hepatitis de células gigantes, ambas catalogadas como “enfermedades raras” que le provocaron inflamación del hígado, obstrucción de los conductos biliares y cirrosis; los tratamientos para ayudar a su hígado no estaban dando el resultado esperado y de no recibir el trasplante, la expectativa de vida de la bebé no superaba un mes.
Ante esta situación, el papá de Mia Nicole, el señor David Urbina de 29 años de edad, tomó la decisión de donar una parte de su hígado para que le fuera colocada a su hija, con el conocimiento de que ambas cirugías implicaban un riesgo, en particular la de su bebé.
“Cuando nació, nació bien; a través de los días que fueron pasando su salud cambió, llegué al Seguro de Veracruz y ahí me la trataron, pero fue diferente la capacidad que tienen aquí, hay mucha especialidad y tienen muchos recursos, buenas especialidades y unos buenos médicos de cirugía y trasplante, que tienen la capacidad para hacer esto y más. Hoy afortunadamente me tocó a mí y a mi hija que nos hicieron el trasplante”, recordó.
Al no contar con el tiempo suficiente para esperar un donador cadavérico de hígado y con el adecuado asesoramiento médico, el señor David decidió trasplantar una por porción de hígado a su hija; “aquí estamos, viviéndolo y contándolo. Le agradezco al IMSS y a todos los médicos que trabajan aquí, es un súper trabajo el que hicieron, al darnos la oportunidad a los dos; fue muy riesgosa, pero gracias a Dios y a la capacidad que tienen ellos, salimos adelante y estamos muy bien”, enfatizó.
“Por ella di todo, es mi vida y yo se la regalé, la amo mucho, es mucha la emoción, no tengo palabras para expresarlo”.
La señora Olga Adriana Narváez, mamá de Mia Nicole, recordó que al mes de nacida el color de los ojos de su bebé se tornó amarillento, un pediatra le recomendó baños de sol, pero al tercer mes sin mejoría, acudió a su clínica familiar en Veracruz, donde internaron a su hija durante una semana y fue enviada al CMN Siglo XXI.
“Le hicieron una biopsia y salió con que ella necesitaba un trasplante y la verdad es un caso muy fuerte, pero todo salió bien. Me voy muy contenta de este hospital y dándole las gracias a Dios y a todos, a un gran equipo que tiene este Seguro, de médicos y enfermeras”, enfatizó.
Respecto al trasplante que realizaron especialistas de la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) Hospital de Pediatría del CMN Siglo XXI, fue el primero en su tipo en la historia del IMSS. El doctor Pierre Jean Aurelus dijo que esta cirugía significó un importante reto, pues la experiencia y literatura internacional señalan que es preferible realizar un trasplante de hígado a un paciente a partir de los 10 kilogramos; con menos peso, se eleva de manera significativa el riesgo.
“Los niños con atresia de vías biliares con el hígado dañado, también tienen problemas en corazón, pulmones, desarrollan un síndrome de hipertensión pulmonar, también causa problemas a nivel renal y cuando estamos hablando de estas complicaciones, es muy difícil que los niños salgan adelante. Lo que estamos haciendo es recortar el tiempo de espera para llegar a mejores resultados”, enfatizó.
El jefe de la Unidad de Trasplantes destacó que con el trasplante Mia Nicole podrá recuperar su salud, “después de la cirugía prácticamente los niños están curados, siempre van a requerir supervisión y a tomar medicamento, pero es una buena vida totalmente diferente”.
Añadió que una cirugía como la efectuada a Mia y a su papá tiene un costo de alrededor de un millón de pesos en insumos para el trasplante, y si a esto se le suman medicamentos y el tiempo de hospitalización que ambos requirieron, se incrementa a un aproximado de tres millones de pesos en total.
En este hospital que es centro de referencia nacional para la atención de pacientes pediátricos, dijo, ha reportado una sobrevida de niñas, niños y jóvenes que recibieron un hígado de 85 al 90 por ciento después del primer año del trasplante; al paso de cinco a seis años, la sobrevida es de un 80 por ciento y a diez años de recibir el nuevo órgano, el promedio es de 70 por ciento; en esta UMAE tenemos pacientes trasplantados con 15 años de evolución, enfatizó.
El reporte anual 2019 de donación y trasplantes en México del Centro Nacional de Trasplantes (CENATRA) señala que el año pasado se realizaron 223 trasplantes de hígado, de los cuales 213 fueron de donante cadavérico y 10 de vivo relacionado; 71 se efectuaron en el Seguro Social, institución que realizó el mayor número de estos procedimientos. Hay 317 pacientes en espera de un hígado y tres de hígado-riñón.
El doctor Jean Aurelus exhortó a la población para aumentar el número de donaciones y beneficiar a más pacientes que como Mia Nicole, requieren de un órgano para vivir. “En México tenemos una tasa de donación de 4.5 máximo hasta cinco habitantes por millón; otras poblaciones como España están en un promedio de 28 a 30 habitantes por millón y países más cercano a nosotros como Brasil, 17 habitantes por millón; debemos trabajar para aumentar nuestra tasa de donación”.