En mil 592 municipios, donde habitan más de 17 millones de personas, no hay tiendas de autoservicio y en 255 solo hay una tienda de autoservicio (sin considerar tiendas de conveniencia), informó la Comisión Federal de Competencia Económica.
Por ello, expresó la necesidad de facilitar la entrada de más competidores a este mercado, ya que existe una alta concentración en pocas cadenas de autoservicio con presencia nacional, principalmente en los formatos de bodega, supermercado, hipermercado y megamercado.
Esto es resultado, dijo, de las regulaciones locales que obstaculizan la entrada de nuevas tiendas y el hecho de que no haya suficiente presión competitiva impide que los consumidores accedan a mejores precios.
Además, esta elevada concentración favorece el poder de negociación de las grandes cadenas minoristas frente a sus proveedores de menor tamaño, lo que podría provocar su salida del mercado y dañar su capacidad para innovar, expusó el órgano antimonopolios.
Resaltó que en el mercado mexicano de tiendas de autoservicio existen solo tres cadenas con presencia nacional –Walmart, Soriana y, en menor medida, Chedraui–, que en algunas regiones enfrentan competencia de cadenas locales bien posicionadas.
La competencia de tiendas de autoservicio es local, es decir, que los consumidores compran en las tiendas más cercanas para reducir costos y tiempo de viaje, resaltó.
Sin embargo, la falta de competidores obedece a a obstáculos regulatorios que inhiben su entrada, mediante trámites y requerimientos que elevan los costos o, en su caso, hace prohibitivo la instalación de tiendas de autoservicio.
En gran medida, solo las grandes cadenas nacionales pueden sortear estas barreras, pues cuentan con la capacidad económica para conformar equipos legales especializados en trámites, a diferencia de las cadenas de autoservicio regionales o locales con menos recursos.
El costo administrativo promedio de los trámites estatales y municipales requeridos para abrir un establecimiento del canal moderno varía, según el formato de bodega, supermercado, hipermercado y megamercados de 95 mil pesos –para los más pequeños– hasta 653 mil pesos.
Adicionalmente, el mayor costo es el de las pérdidas en ventas por no poder operar hasta que concluya la gestión de trámites.
Se calcula que por cada día que una tienda de autoservicio tarda en recibir sus autorizaciones para abrir sus puertas, deja de vender 1 millón de pesos aproximadamente, con una duración promedio de casi un año.
Del mismo modo, los consumidores dejan de tener la oportunidad de acceder a una opción diferente de abasto tanto en precio como en diversidad de productos, además de que impide la activación de mayores fuentes de empleo, señaló.