Este lunes, grupos restauranteros de la Ciudad de México abrirán sus puertas pese al semáforo rojo que se mantiene en la capital del país a causa de la elevada ocupación hospitalaria por la pandemia de COVID-19. “Abrir o morir”, lanzan como consigna.
Grupo Fishers es de los estandartes de este movimiento que pretende reactivar la industria. Bares y Restaurantes generan una gran cantidad de empleos y desde la pandemia van más de 13 mil 500 locales que han cerrado sus puertas sólo en la capital del país y la zona metropolitana.
La pérdida de 450 mil empleos y la posibilidad de no ingresar 100 mil millones de pesos anuales en la cadena de producción orilló a los grandes consorcios de la industria de restaurantes se unieran al movimiento, tal es el caso de Toks, Potzolcalli y Sonora Grill, que abrirá sus puertas este lunes en busca de que la industria sea considerada esencial.
Mientras los restaurantes pregonan por considerados esenciales y que puedan reabrir sus puertas, el gobierno capitalino ofreció un acuerdo en el pago de impuestos. Aunque la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum anunció que la CDMX seguirá en semáforo rojo debido al aumento de contagios, la mandataria pide cumplir con confinamiento y medidas.
“Estamos en el pico de hospitalizaciones más alto desde que inició la pandemia y sigue aumentando”, señaló.
“No se trata de dramatizar, sino de actuar: seguimos aumentando la capacidad hospitalaria y hacemos un llamados de alerta a la ciudadanía para cumplir las medidas del semáforo rojo”, señaló Sheinbaum.
Tras todo el movimiento en la capital y en redes sociales, la jefa de Gobierno de Ciudad de México dijo que el Instituto de Verificación Administrativa (Invea) realizará operativos y que en caso de incumplimiento por parte de los restaurantes habrá sanciones. Primero apercibirían a los establecimientos que abran y de seguir abiertos habrá multas económicas.
Aunado a esto, cientos de trabajadores que dependen de esta actividad económica se congregaron a un costado de la Catedral Metropolitana y a “cacerolazos” exigieron que se les permita trabajar. Lo mismo ocurrió en Toluca, donde empleados de restaurantes mexiquenses también se manifestaron para volver a operar.
Especialistas advierten que el mayor riesgo de contagio se presenta en reuniones y fiestas privadas, por lo que restaurantes al aire libre no resultarían un foco infeccioso para los visitantes. Por su parte los comensales acudieron a las sucursales de Potzolcalli, Sonora Grill, Toks y Fishers.