Por Enrique Valadez González
El dato de inflación de la primera quincena de febrero sorprendió a muchos. El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) se ubicó en 3.52 por ciento, por encima del 3.29 por ciento de la quincena previa.
Esto encendió fotos amarillos entre algunos expertos. Por ejemplo Banamex destacó que la inflación anual siguió aumentando, debido al rebote de la inflación no subyacente desde niveles históricamente bajos, lo que “seguirá siendo un motivo de preocupación”.
El control de la inflación es una de las variables que ha presumido bastante el gobierno de la Cuarta Transformación (4T), por lo que es momento de redoblar esfuerzos, pues de continuar su tendencia al alza se encontrará con otro fenómeno de los últimos meses: el bajo crecimiento económico del país.
Juntar esta falta de crecimiento con un alza en los precios provocará un fenómeno económico que ningún país quisiera tener: estanflación.
Históricamente conocida como un desafío difícil de resolver, la estanflación es una mezcla explosiva entre inflación alta, estancamiento económico y creciente desempleo, con efectos devastadores para la actividad económica de un país.
Y aquí el dilema, si se ponen en marcha políticas para salir del estancamiento suelen agudizar la inflación y por el contrario, controlar el crecimiento de los precios pega en el crecimiento económico.
Este término se hizo popular en la Inglaterra de 1975, cuando el país vivió la combinación de inflaciones anuales de tres y hasta cuatro dígitos con una economía estancada o en caída.
¿Pasará lo mismo en el México de la Cuarta Transformación?
Morralla
Este 2020 uno de los sectores que ha registrado cifras al alza en México es el de alimentos, que actualmente emplea a casi 800 mil personas de forma directa, además de representar el 6.5% de la producción bruta de la economía, a lo que debe sumársele el 4.0% del valor agregado nacional y el 3.5% de la inversión productiva que es recibida por esta industria.
Así, entre los principales jugadores de este ámbito a nivel nacional e internacional se encuentra El Sardinero, del empresario Jorge Carlos Fernández Francés, una de las firmas con mayor dinamismo de la industria, pues con más de 90 años de operación, posee experiencia especializada en surtir programas alimenticios a instituciones públicas y privadas, servicios que son respaldados por diversas ISOS, Certificaciones y Auditorías que corroboran su calidad, higiene y excelencia en la operación.
Incrementa cartera
La firma Crédito Real, de Ángel Romanos, especializada en atender el mercado de personas de clase media sin acceso a productos de la banca tradicional, informó a la Bolsa Mexicana de Valores que cerró 2019 con una utilidad neta, ajustada por efectos no recurrentes, de 570 millones de pesos, además de un aumento de su cartera de 29.3%.
Así, de los 5 productos de su catálogo, el crédito de nómina a empleados del gobierno sigue siendo la estrella. Sin embargo, sorprende el crecimiento en el arrendamiento a los Pequeños y Medianos negocios, ya que hoy en día le representa casi el 16% de la originación, es decir, unos 7 mil 500 millones de pesos aproximadamente.
Nos leemos el próximo martes…