Es obvio que al presidente López Obrador le hace falta ver más “bax”, pues con cualquier leve destello de la naturaleza que sea se deslumbra: lo mismo si el peso gana 30 centavos frente al dólar, que si el precio del petróleo sube, que si un fin de semana hubo menos contagios y decesos por Covid-19, que si ahora sí ya mero llegan las vacunas.
La entrada en operación de la pista para uso militar del que será el aeropuerto de Santa Lucía, lo lleva a decir que esa terminal aérea es la construcción más importante de su tipo en el mundo, con lo cual confirma que no es lo mismo recorrer hasta el cansancio la geografía nacional, que viajar al extranjero para conocer mundo.
Esta cortedad de miras del mandatario mexicano, lo hacen creer que las pálidas señales de un supuesto avance en algunos indicadores representan salir de las variadas crisis que enfrentamos los mexicanos cuando, en el día a día, la gente no percibe una mejoría real en sus condiciones de vida y tiene severas dudas de que estas circunstancias se vayan a modificar en el corto plazo.
Las variadas intentonas por reinterpretar o acomodar los datos para presentarlos como logros, tanto de parte del primer mandatario como de los integrantes de su gabinete, en realidad resultan insuficientes para esconder insuficiencias y fracasos de un gobierno que, cada día, se encarga de mostrarnos que no sabe cómo hacerlo.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), los mexicanos no creen que su situación económica vaya a mejorar en 2021, como resultado de las condiciones laborales y gastos por crisis sanitaria; también señaló que las familias esperan un panorama más complicado durante los próximos 12 meses, aun contando con el plan de vacunación contra el coronavirus.
Por su parte, Gabriela Siller, directora de Análisis Económico de Banco Base, indicó que el rebote económico en 2021, puesto en contexto, parece más un estancamiento y no una recuperación, ya que no alcanza ni a resarcir la mitad de lo perdido el año pasado, lo que significaría que puede ser la recuperación más larga y dolorosa en la historia de nuestro país”.
Y mientras López Obrador asegura que el consumo al iniciar el año va en aumento, la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (Antad) reveló que sus ventas en enero cayeron 8.2 por ciento.
En cuanto al incremento de la pobreza, a la cual se niega a referirse López Obrador, se sabe que ni las milagrosas remesas ni sus programas sociales fueron suficientes para contener este problema que, por el contrario, ha ido en aumento.
Según el Consejo Nacional de Evaluación Política de Desarrollo Social (Coneval), si bien las transferencias presupuestarias directas del gobierno fueron buenas en un primer momento, se requieren impulsar medidas estructurales; de otra forma no evitará el retroceso de una década en los avances obtenidos en la reducción de la pobreza.
Una vez más los otros datos de la realidad ponen en su lugar las apreciaciones presidenciales que, en su megalomanía, le hacen visualizar magnificencia donde ni siquiera se ha terminado la obra negra.
He dicho.
EFECTO DOMINÓ
Ante la incertidumbre sobre cuándo y cuántas vacunas llegarán a México las dosis supuestamente contratadas para reanudar el plan de inmunización, las autoridades sanitarias aprueban, fast track, el uso de emergencia de los biológicos de CanSino y CoronaVac. Esperemos no resulte peor el remedio que la enfermedad.