Hace unos días, en muchos medios nacionales, aparecieron diversas notas y columnas en donde, como siempre, los voceros de la oposición quisieron confundir a la gente y hacerles creer que, de acuerdo a una información emitida por la Auditoría Superior de la Federación, existían irregularidades en el manejo de la cancelación de la construcción del aeropuerto de Texcoco, entre otras obras.
Tan obvia era la mala leche en el manejo tendencioso de esa información que, incluso, habiendo sido aclarada y reconocidas las fallas en la metodología que aplicaron, por la propia Auditoría Superior, los llorones siguieron buscando desinformar a la sociedad, e insistieron en la difusión de las “fake news” que se inventan constantemente para atacar a la administración del presidente López Obrador. Como siempre y como acostumbran, puras mentiras.
La verdad es que, además de la clara intención de los mentirosos tradicionales para amplificar y adornar sus cuentos, esta nueva avalancha de información tendenciosa, nos permite analizar muchas cosas y, particularmente, preguntarnos porqué la Auditoría Superior de la Federación, que se precia de ser un “organismo autónomo”, lanzó una información que contenía datos incorrectos con fines tendenciosos que tuvieron que reconocer.
La respuesta, desde mi punto de vista, podríamos encontrarla en la procedencia política del titular del organismo, David Colmenares Páramo, quien fue nombrado durante el sexenio de Peña Nieto y es exfuncionario del gobierno de Calderón, hechos que podrían darnos una idea de la fuente de la que provienen “los tiros” que han apuntado a la actual administración federal, y cuál es el grado de influencia que los representantes del anterior régimen tienen para seguir poniéndole trabas a la labor de este gobierno que, a diferencia de lo que hicieron ellos durante décadas, atiende primero a los sectores más vulnerados y vulnerables, y está decidido, desde el primer día, a terminar con los privilegios que gozaban algunos.
Por eso me sumo, e invito a todas las personas que simpatizan con el proyecto de la Cuarto Transformación y a la sociedad en general, a sumarse a la invitación que hizo el presidente Andrés Manuel López Obrador para que todos los actores políticos, organismos públicos y privados, y sobre todo, los medios de comunicación, antepongan la ética y no manipulen la información ni tergiversen la realidad, difundiendo mentiras.
Hay que respetar al pueblo, porque el pueblo se merece ese respeto y merece conocer la verdad siempre, sobre todo hoy, cuando, más que nunca, sabe que está gobernado de forma diferente y que se está combatiendo a la corrupción a la que estaban y están tan acostumbrados los opositores, que siguen sin entender que aunque les duela: NO SOMOS IGUALES.