“Sin importar el tamaño de la ciudad o pueblo en donde nacen los hombres o las mujeres, ellos son finalmente del tamaño de su obra, del tamaño de su voluntad de engrandecer y enriquecer a sus hermanos”. Ignacio Allende.
Un 16 de septiembre de 1810, el cura Miguel Hidalgo y Costilla, hizo replicar las campanas de la iglesia de Dolores.
Aquel “Grito de Dolores” como hoy lo conocemos, marcaría el inicio de la lucha por la independencia de nuestro país.
El “Padre de la Patria” hizo un llamado para que la gente se rebelara y se levantara en armas en contra del dominio de los españoles.
Después de esto, tuvieron que transcurrir 11 años de lucha para que finalmente nuestro país consumara su independencia en el año de 1821.
Este mes, conmemoramos 211 años de aquel hecho histórico. Los mexicanos no hemos dejado de honrar la memoria de Don Miguel Hidalgo, Ignacio Allende, Josefa Ortiz de Domínguez y todos aquellos que lucharon y dieron su vida defendiendo el sueño de un México libre e independiente.
Miguel Hidalgo, dedicó parte de su vida a contribuir a mejorar de alguna forma la vida de muchas personas. Enseñó y capacitó a los indígenas. Los instruyó en temas de apicultura, cultivos, les impartió talleres de cerámica, de fábrica de ladrillos, hay registros de que organizó una orquesta; todo esto, con la finalidad de que todos ellos pudieran adquirir estas habilidades para trabajar y tener sustento para sus familias.
En esta fecha tan importante, reflexionemos. Individual y colectivamente, ¿cómo contribuimos al sueño de los que nos dieron patria?
Daría la impresión que el orgullo mexicano de hoy en día se limita al festejo, el día inhábil y los partidos de la selección mexicana.
En estos momentos mas que nunca nos podemos sentir agradecidos por la lucha de nuestros héroes. Hoy, que en pleno siglo XXI seguimos viendo cómo en otros países las personas carecen de los derechos fundamentales.
Te invito a que dediques unos minutos a reflexionar cómo honras el sacrificio de todos los que soñaron que un día Mexico gozara de independencia absoluta.
¿Mucho orgullo de ser mexicano? No lo digas, demuéstralo.