Sin pudor alguno, el gobierno actual recurre al encubrimiento y protección de pederastas o proxenetas, abusadores sexuales y violadores de derechos humanos, al tiempo de promover y defender a corruptos con tal de obtener rendiciones y rendimientos políticos.
La mañanera de este martes dejó en claro las alianzas no sanctas del mandatario sin nombre y sin estatua, con propios y extraños. Los personajes involucrado s en esta oportunidad, se suman a otros del pasado reciente, dan cuenta de la vida cabaretil que se vive en el cuatroteísmo.
Un día después de lanzar su ofensiva contra las autoridades electorales, en especial el INE, se dedico a defender a ultranza a compinches, cuya honestidad se encuentra en entredicho no por habladas, sino por actos públicos irrefutables.
Desde la óptica cuatroteísta, las huestes morenistas, por convicción o conveniencia, son castas y puras. Los señalamientos sobre la inmoralidad de muchos de los colaboradores del gobierno actual, arguye el discurso oficial, forman parte de campañas en contra de la clase gobernante.
En esta oportunidad, el presidente innombrable hubo de hacer malabares en sus intentos por negar hechos irrefutables sobre la ética de la titular de Educación Pública, Delfina Gómez, a quien se demostró la exacción de parte del salario de trabajadores del municipio de Texcoco, cuando ella fue alcaldesa.
Esta especie de “seguro de desempleo” que cobró durante el trienio de su mandato, no fue para obras pías ni mucho menos, sino “aportaciones voluntariamente a fuerzas” para financiar la creación de Morena. El calificativo de “honesta” que le endilgó el ejecutivo a la profesora, tiene como finalidad encubrir los ilícitos de los cuales también resultó beneficiario.
Ante la insuficiencia del apoyo ofrecido por “la chica de rojo”, Claudia Sheinbaum, al gobernador veracruzano, Cuitláhuac García, el mandatario sin nombre hubo de salir al quite y otorgarle su respaldo, sin importar que los muertos se le acumulan día con día y la violencia ha sentado sus reales en territorio jarocho.
Adicionalmente, enfrenta el rechazo generalizado a su legislación represora, vía el delito de “ultrajes a la autoridad”, a través de la cual pretende no sólo mitigar las críticas a su mandato, sino para acallar o encarcelar a sus adversarios políticos.
Para ubicar la verdadera estatura del mandatario de Veracruz, baste decir que ha reconocido como máximo logro del cuatroteísmo en la entidad, el no cobro en los baños de las autopistas.
Por cuanto a los nombramientos diplomáticos, el presidente sin nombre trató de justificarlos, en el caso de los exgobernadores priistas de Sonora y Campeche, como parte de la pluralidad que ahora se vive en el país, aunque para algunos analistas es una forma de pago a cambio de silencio sobre relaciones sospechosas con poderes fácticos.
Como en su momento lo hizo con Félix Salgado Macedonio, cuando aspiraba a la gubernatura de Guerrero, a quien se llegó a acusar inclusive de violación, ahora el ejecutivo innombrable defendió al historiador Pedro Salmerón, al que propuso como embajador en Panamá, pero sobre quien pesan denuncias de agresión sexual. El mandatario innombrable pidió se presenten pruebas.
De la parentela presidencial, ya se ha hablado mucho sobre su capacidad para gestionar “aportaciones” al movimiento y de cómo el principal beneficiario de esas cuotas hizo de las mismas su modus vivendi y sin la obligación de hacer declaración fiscal alguna.
Así, la conformación variopinta de colaboradores del inquilino temporal de Palacio Nacional, semeja personajes de cabaret, donde los intercambios de toda índole son para fortalecer los lazos de complicidad, claro, con amplias ganancias económicas y políticas, perpetradas en lo oscurito, lejos de miradas inquisidoras.
He dicho.
EFECTO DOMINÓ
De acuerdo con estimaciones preliminares del Inegi, durante 2021 la economía mexicana habría crecido en alrededor de 5 por ciento, lo cual revela que durante el último trimestre del año se estancó y quedó por debajo del 6 por ciento que presumía el presidente sin nombre. Cada vez nos aproximamos más al sexenio perdido.
@Edumermo