Esta Semana Mayor o Santa de 2022, puede verse como el inicio del proceso de desencarnación de México respecto del presidente sin nombre, sin estatua y sin gracia y de su cuatroteísmo.
El Domingo de Ramos no se tradujo en vítores y hosannas en favor del guía espiritual y único activo fuerte de Morena. Para la operación de Estado que montó todo el oficialismo, fue muy pobre y no logró el milagro de la multiplicación de los votos, confirmándose que el poder desgasta y sin ofrecer resultados, mucho más.
Para la mayoría de la población, correr a los mercaderes del neoliberalismo para hacerle espacio a los mercaderes del cuatroteísmo -muchos de ellos sólo se cambian de ropaje- no les ha representado beneficio alguno; al contrario, la pobreza se extiende como mancha guinda, que al contacto con la realidad, se vuelve sucia y maloliente.
El martes, el Comité de Desapariciones Forzadas de la Organización de las Naciones Unidas, inició el viacrucis del mandatario sin gracia, al someter a su gestión a una especie de juicio sumario, en donde señaló la participación, aquiescencia u omisión de las autoridades en la desaparición y muerte de decenas de miles de mexicanos en los poco más de tres años de esta administración.
También documentó que la impunidad por la comisión de delitos es casi absoluta, lo cual contrasta con la perorata oficial de que no se permite, cuando en realidad se tolera o auspicia a cambio de unas cuantas monedas, lo cual se convierte en pasaporte para que criminales y delincuentes cometan ilícitos sabedores de que no serán castigados.
El funcionamiento del aparato de justicia y de la militarizada seguridad pública han servido de poco para frenar violencia y los crímenes.
De hecho, el informe de la ONU descalifica en casi la totalidad la estrategia de seguridad seguida en el presente gobierno, por más felicitaciones que el mandatario sin estatua da a los responsables de la misma: los secretarios de Seguridad, de Marina y de la Defensa Nacional.
Ese mismo día, el Departamento de Estado del país vecino del norte, completa el cuadro al prácticamente duplicar los señalamientos de las Naciones Unidas. y va más allá, al señalar el riesgo en el cual se encuentran periodistas y luchadores sociales, que sufren de amagos, amenazas, atentados y a veces pagan con su vida si dan a conocer fallas o tropelías de las autoridades.
El teatro en atril mañanero es el manantial de donde fluye el divisionismo y el tribuno pone a disposición de sus huestes elementos y facilidades para saciar la sed de venganza que, conforme avanza el sexenio, se vuelve más virulenta.
Lo más grave de tales señalamientos, es la connivencia entre funcionarios de los tres niveles de gobierno y la delincuencia organizada que, en los últimos años, ha caminado hacia una simbiosis entre ambos elementos, lo cual ya tiene efectos en la gobernabilidad del país.
Este escenario de ilegalidad e impunidad, marrullerías y trampas y uno que otro Judas enmarcará la discusión de la Reforma Eléctrica, con una oposición dispuesta a lo que sea para impedir la aprobación de la Reforma Eléctrica, parece que esta Semana Santa no terminará felizmente con un Domingo de Resurreción.
De concretarse la no reforma constitucional, quedará demostrado que al presidente sin nombre se le empieza a acabar la fuerza de la mano izquierda, que México no es de un solo hombre y que éste ya no encarna a la nación, ni al país y mucho menos al pueblo.
He dicho.
EFECTO DOMINÓ
Los conflictos de transportistas e inspección en la frontera con Texas, son una advertencia de que Estados Unidos forzará el cumplimiento, al pie de la letra del T-MEC.
@Edumermo