Que los médicos cubanos que trajo el gobierno de la 4T al país, ante la pandemia del Covid-19, además de que no atenderán a los enfermos del coronavirus, los están hospedando en un hotel de lujo en Paseo de la Reforma, una de las avenidas más caras de la Ciudad de México.
Los cubanos, que solo brindarán asesoría al sector salud mexicano, disfrutan de las comodidades de transportarse en un autobús 5 estrellas y de descansar en el Hotel Imperial, lujo que no pueden darse nuestros trabajadores de la salud.
En cambio, las y los doctores, enfermeras y camilleros mexicanos que están en la primera línea dando la batalla y quienes incluso han sufrido de contagios en su lucha por combatir al Covid-19, pasan la noche en un improvisado albergue en Los Pinos.
Y no es por despreciar, ni comparar.
¿Pero, por qué esa diferencia con nuestro personal de salud de parte del gobierno que encabeza el Presidente López Obrador?