Recientemente se dio a conocer que Miguel Ángel Riquelme, gobernador de Coahuila, realizó gastos por 210 mil 207 pesos; de acuerdo a la información obtenida, estos fueron por 53 viajes, 14 realizados a la Ciudad de México; dicha acción se convirtió en un acto cuestionable pues no hay razones gubernamentales detrás de ellos.
El período que abarca desde 2017 hasta 2021 registró la mayor cantidad de visitas, donde destacá el año 2019 con 21 viajes, de los cuales 19 fueron a la Ciudad de México. Durante ese tiempo, se acumuló un gasto de 139 mil pesos, según una investigación llevada a cabo por Reporte Índigo.
Entre 2018 y 2020, Riquelme Solís visitó la capital del país al menos una vez al mes, empleando recursos estatales para estos traslados que no siempre estuvieron relacionados con actividades oficiales.
El problema radica en la discrepancia entre los datos y los montos presentados en los presupuestos de egresos. En 2018, por ejemplo, se asignaron 24.8 millones de pesos para este tipo de gastos, una cifra notablemente superior a los 12.8 millones oficialmente reportados para viáticos y viajes durante sus seis años en el cargo.
Asimismo, en 2019, se destinaron 25.5 millones de pesos para viajes, mientras que en 2020 la cifra ascendió a 47.7 millones de pesos, según información pública. El año 2020 fue especialmente significativo en términos de gastos, con una erogación total de 47.7 millones de pesos.
Para el año 2021, el monto asignado para estos fines disminuyó a 28.9 millones de pesos. Para 2022 y 2023, los montos se mantuvieron constantes, oscilando entre 27.6 y 28.5 millones de pesos.
Cabe mencionar que la suma total de los recursos empleados en traslados y viáticos durante el sexenio de Miguel Ángel Riquelme supera la inversión anual en instancias gubernamentales como la Auditoría local y el Congreso de Coahuila.
En el contexto de la Ley de Austeridad propuesta en 2019, cuyo objetivo era controlar el gasto público y priorizar la inversión en desarrollo, resultan notorios los aumentos en los gastos corrientes. Es evidente que fondos públicos que podrían haber sido destinados a programas sociales o infraestructura se utilizaron en gastos personales y no esenciales por parte de funcionarios estatales.
Además, se subraya la ausencia de respuesta por parte del equipo de Comunicación e Imagen del gobernador ante las interrogantes generadas por los frecuentes viajes a la Ciudad de México.
A esto se añade la cuestión de los más de 6 mil 827 millones de pesos que el gobierno de Riquelme debe aclarar por gastos irregulares que, desde 2018, permanecen sin comprobarse o solventarse ante la Auditoría Superior de la Federación.
La próxima comparecencia del mandatario, prevista para noviembre de este año, podría ser una oportunidad para abordar directamente estos temas y brindar una explicación exhaustiva sobre la gestión financiera de su administración.