Normalistas de Ayotzinapa atacaron con piedras y explosivos las instalaciones del Campo Militar número uno, para exigir la detención de los 16 soldados del Ejército mexicano que tienen orden de aprehensión por su participación directa en la desaparición de sus 43 compañeros.
Atacaron con piedras y explosivos las instalaciones del Campo Militar número uno, para exigir la detención de los 16 soldados del Ejército mexicano que tienen orden de aprehensión por su participación directa en la desaparición de sus 43 compañeros.
Durante más de 40 minutos, una lluvia de explosivos y piedras se impactó en los escudos de más de un centenar de policías de la Ciudad de México y soldados que se limitaron a contener la embestida de los normalistas, quienes destruyeron los tres accesos del Campo Militar número 1, así como mobiliario urbano de la avenida del Conscripto en Naucalpan, Estado de México.
Al respecto, Mario González, padre del normalista desaparecido César Manuel González, consideró como un acto de provocación la presencia de soldados y policías con equipo antimotines y responsabilizó al secretario de Seguridad de la Ciudad de México, Omar García Harfuch, así como al general secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval González.