Martí Batres, jefe de Gobierno de la Ciudad de México, rechazó que se haya usado violencia para reprimir una protesta de pobladores otomíes en la alcaldía Xochimilco e hizo votos para que no se judicialicen los casos de los miembros de esta comunidad que fueron detenidos durante los actos de ayer por la tarde.
“Rechazamos la violencia, rechazo la violencia en lo personal como jefe de Gobierno, rechazamos la violencia venga de donde venga y que los problemas sociales se tienen que resolver por la vía del diálogo”.
En la conferencia mañanera del presidente Andrés Manuel López Obrador en Palacio Nacional, el jefe de Gobierno expuso que desde anoche se comunicó con Juana Delgado Chávez, alcaldesa sustituta de Xochimilco, para expresarle su opinión sobre la violencia contra la protesta en favor Hortencia Telésforo, activista del pueblo de San Gregorio Atlapulco quien a su vez fue acusada de despojo por recuperar la Casa del Pueblo Tlamachtiloyan.
Dado que varios de los manifestantes otomíes fueron detenidos y remitidos al Ministerio Público, Batres también hizo hincapié en que “no se debe judicializar un conflicto que es de carácter social y se debe resolver por la vía del diálogo”. Por lo que también se comunicó con el fiscal interino Ulises Lara, si bien reiteró que la Fiscalía General de Justicia es autónoma.
