Un grupo de personas que se manifestaba anoche en Apatzingán, Michoacán, para protestar por los asesinatos del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, y el líder limonero, Bernardo Bravo, quemó el Palacio de Gobierno del municipio.
Los manifestantes, vestidos de blanco, se concentraron en la plaza principal del municipio y gritaban consignas en contra del gobierno y las autoridades estatales.
Una turba vandalizó y quemó el palacio de gobierno del municipio encabezado por la morenista Fanny Arreola y donde hace una semana fue ejecutado el líder limonero Bernardo Bravo.
Frente al Palacio Municipal, manifestantes rompieron puertas, vidrios y entraron al edificio donde provocaron un incendio en la planta baja del inmueble. También colgaron una manta en el balcón principal para exigir la renuncia de la Alcaldesa.
Los manifestantes prendieron fuego a distintas ofrendas y adornos del Día de Muertos colocados en la plaza principal. Durante la marcha, los inconformes lanzaron consignas en contra del Gobernador morenista, Alfredo Ramírez Bedolla.
La policía no estuvo presente.
	    	







							
							



