La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que en todo el mundo se venden diariamente unos 15 mil millones de cigarros, y los desperdicios de 10 mil millones de ellos, principalmente las colillas, terminan en las calles.
En México, se calcula que 50 mil millones de colillas son desechadas al año. Siendo tan pequeña, una sola colilla de cigarro es capaz de contaminar hasta 50 litros de agua potable. Ello se debe a que conserva la mayoría de nicotina y alquitrán, sin descontar que los residuos del tabaco contienen más de 7 mil sustancias químicas tóxicas.
Es por ello que organizaciones, gobiernos y personas, se involucran hoy en crear soluciones para prevenir el tabaquismo, y otras, están creando conciencia sobre la importancia de mitigar la contaminación ambiental por colillas de cigarro.
Como ejemplo está Leopoldo Benítez, exalumno de la FES Iztacala de la UNAM, quien ha innovado en el tratamiento de colillas por medio de su empresa EcoFilter. Ha desarrollado un proceso con el cual es capaz de elaborar celulosa para fabricar papel, proceso que ya está estandarizado a nivel industrial y que por cada tonelada de colillas procesadas, puede evitar la tala de 14 árboles; además, EcoFilter fabrica macetas, aislantes y cuadernos.
Al igual que Benítez, quien organiza colectas en bares y restaurantes, y convoca “colillatones”, cada día se suman más ciudadanos de los municipios y alcaldías de México para hacerle frente a los desechos del cigarro.
Como ejemplos recientes están los 200 jóvenes del programa social Generación 2030, que salieron a las calles del municipio de Querétaro y recogieron 10 mil colillas de cigarro. También en la playa Miramar del municipio de Ciudad Madero, Tamaulipas, se reunieron 100 personas con el mismo objetivo, y en Hermosillo, Sonora, también lograron recolectar más de 4 mil colillas con la convocatoria que hizo la agrupación Rétate HMO.
Aunque ha sido gradual el efecto del movimiento, ya ha permeado la esfera legislativa, por lo cual el Partido Verde Ecologista de México en el Congreso de la Ciudad de México recién propuso reformar la Ley de Residuos Sólidos, para castigar con multas que van de los 2 mil 534 pesos a los 25 mil 347 pesos a quienes arrojen colillas a la vía pública.
Sin duda alguna, algo mejor que sancionar a quienes tiren colillas en la vía pública, sería evitar que los mexicanos fumen, pues no solamente se evitaría la contaminación, sino que además se podrían bajar las 60 mil muertes anuales ligadas al tabaco en el país.